La inteligencia artificial generativa está ayudando a forjar un nuevo tipo de trabajador, capaz de adaptarse y superar barreras de experiencia. ¿Cómo impacta esto a las empresas?

La inteligencia artificial generativa (GenAI) se encuentra en el centro de la transformación tecnológica que estamos viviendo actualmente. Esta innovación representa un cambio fundamental en el entorno laboral para gran parte de los líderes empresariales. Más allá de mejorar la productividad, nuestros estudios muestran que GenAI puede actuar como un “exoesqueleto” que permite no solo aumentar la productividad para realizar tareas en materias que ya se conocen, sino también expandir las capacidades para abordar con gran efectividad materias en las que no tenían capacitación previa. A modo de analogía, este exoesqueleto no solo hace que el corredor sea más rápido, sino que puede también habilitarlo para ser un buen nadador, aunque no hubiese nadado jamás. 

Un reciente estudio realizado por BCG, en colaboración con Emma Wiles de la Universidad de Boston, quiso probar este punto de manera empírica utilizando a 480 consultores de BCG a los cuales se les pidió efectuar tareas de data scientist – algunos con y otros sin el apoyo de GenAI. Los participantes, con el apoyo de GenAI, lograron abordar tareas de programación y análisis predictivo, actividades que, sin la ayuda de la IA, hubieran resultado inalcanzables para muchos de ellos. La tecnología elevó su rendimiento a niveles equivalentes al 86% del de expertos en ciencia de datos, marcando un avance impresionante del 49% en comparación con aquellos que no utilizaron IA​.

Este experimento revela cómo la inteligencia artificial generativa está ayudando a forjar un nuevo tipo de trabajador del conocimiento, capaz de adaptarse rápidamente y de superar las barreras de la experiencia técnica directa. Sin embargo, esta asistencia no implica un aprendizaje profundo: “hacer” con ayuda de IA no equivale a “saber”. 

Según las conclusiones de esta investigación, los consultores lograron completar sus tareas de data science de buena manera, pero al no haber sido acompañado en el experimento por una capacitación profunda, en la prueba final se desempeñaron igual que aquellos que no usaron GenAI. Es decir, la inteligencia artificial generativa actúa como un exoesqueleto que amplifica habilidades, pero sin necesariamente construir conocimiento duradero​. Siguiendo la analogía anterior: poder nadar con el exoesqueleto no significa que podré automáticamente nadar sin él.

Las implicancias de este experimento pueden ser muy transformadoras para el mundo laboral y plantea preguntas muy relevantes: 

  • ¿Cuál debiese ser el nuevo balance de expertos frente generalistas apoyados con IA?
  • ¿En qué medida esto abre un nuevo pool de talento? 
  • ¿Cómo cambiar los procesos de desarrollo para maximizar el valor de IA y asegurar un aprendizaje duradero? 
  • ¿Qué nuevos caminos de desarrollo se pueden abrir para nuestro talento al interior de las compañías al ahora no solo tener que crecer como gerente o como experto sino poder saltar a otras áreas de conocimiento no inmediatamente afines?

E incluso… ¿Qué carrera profesional recomendar a nuestros hijos dado esta profunda transformación?

La transformación digital es, en última instancia, una cuestión de cultura organizacional. Más allá de implementar tecnología, las empresas deben fomentar un entorno en el que el aprendizaje continuo y la adaptabilidad sean valores centrales. La inteligencia artificial, como herramienta, amplifica nuestras capacidades, pero es la mentalidad humana la que determina su verdadero impacto. El futuro del trabajo no consiste solo en hacer más con menos, sino en potenciar el conocimiento humano, permitiendo a las personas hacer más y mejor.

Por: Cristián Carafí*
*El autor es managing director y socio de Boston Consulting Group (BCG).

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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