Latinoamérica verá llegar cambios muy importantes, especialmente de cara a temas migratorios y arancelarios. ¿Qué posición ocupará Colombia en este nuevo gobierno?
El 20 de enero Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos como el 47º presidente, y desde su discurso inaugural comenzaron a vislumbrarse aspectos relevantes sobre su postura hacia la región y otros temas importantes. Si bien hasta el momento no ha hecho mención de aranceles ni se han establecido en las órdenes ejecutivas que ha firmado, lo cual mantiene en vilo a muchos, considero que el tema de las deportaciones masivas hacia México es crucial. Este asunto marcará dos aspectos: el tono de las relaciones con su vecino y la eficacia de Trump a la hora de declarar el estado de emergencia para tal fin.
Sin embargo, frente a Latinoamérica, este no ha sido el único comentario polémico. En relación con las tarifas de uso del Canal de Panamá, ha generado controversia, especialmente con sus comentarios sobre la posibilidad de que el canal vuelva a manos estadounidenses. Aunque esto sería muy difícil de implementar, dado el impacto en la soberanía de un aliado de la región, no ha evitado que se deterioren esas relaciones bilaterales.

Otro aspecto interesante es cómo Trump continúa alineándose con la industria de los hidrocarburos, uno de sus grandes aliados de campaña. Esto podría llevar a un aumento en la oferta de crudo y una reducción de los precios del petróleo. Esta medida cumpliría dos objetivos: beneficiar a este sector y reducir el costo de la gasolina, lo que podría resultar en una reducción en el nivel de precios, una de sus promesas de campaña. Esta estrategia parece alinearse con su decisión de salir de los Acuerdos de París.
No obstante, la rapidez con que se pueda implementar es una incógnita. Sin embargo, lo que sucedió en 2014 muestra que la influencia de la industria del fracking en Estados Unidos en la oferta mundial de crudo es significativa. En el caso de Latinoamérica, un aumento de la producción y una reducción de los precios del crudo afectaría las finanzas públicas en países como Brasil, México y Colombia. Además, para Colombia, la situación girará en torno a las medidas de control del narcotráfico y probablemente al aumento de la violencia de los grupos al margen de la ley asociados a este fenómeno. Aunque no era obligatorio que Trump invitara a Gustavo Petro a la ceremonia de posesión, su decisión de no hacerlo es, sin duda, significativa.
Por último, aunque Trump no ha mencionado explícitamente este tema, otro factor en la mira de su administración en la región es el control de la influencia de China en Latinoamérica. Este desafío parece ser más fácil de decir que de hacer, especialmente considerando la postura firme del nuevo presidente estadounidense, lo que probablemente aprovechará Xi Jinping para estrechar lazos con la región.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
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