Colombia vive un año preelectoral y si algo nos dejó de lección la más reciente crisis entre Petro y Trump es que el próximo Presidente debe saber manejar las relaciones con el mayor socio comercial del país. Así está el panorama.

Mucho se ha dicho y escrito en Colombia luego de la mayor crisis diplomática en 50 años con nuestro más importante aliado y socio comercial. En esta columna quiero rescatar un posible silver lining, o rayo de luz, dentro de una situación indudablemente oscura para el país. 

Recordemos brevemente la importancia de EE. UU. para Colombia. En 2024 casi el 30% de nuestras exportaciones, representando más de US$14.000 millones fueron hacia ese país. Y la mitad, tanto de los casi US$10.000 millones de inversión extranjera directa, como de los US$ 12.000 millones en remesas que llegan a Colombia, provinieron de nuestro socio. Eso en últimas significa que cientos de miles de familias colombianas dependen de esos negocios y transferencias.

Por eso, la situación reciente dejó claro para todo el sector privado nacional que necesitamos que el próximo Presidente de Colombia entienda, valore y trabaje por mejorar las relaciones diplomáticas y comerciales con EE. UU. Eso es especialmente evidente para los muchos empresarios que han hecho esfuerzos por años para lograr exportar y capturar mercado en ese país. 

En estas primeras semanas del año donde se ven renuncias en el Congreso y el gabinete, se anuncian asesores económicos y políticos de campañas, y se publican encuestas sobre el arranque del ejercicio electoral hacia las presidenciales del 2026, cabe hacerle las siguientes preguntas a todo el que aspire al Palacio de Nariño.

¿Cuál es su estrategia con respecto a Estados Unidos? ¿Cómo podemos aprovechar mejor el TLC? ¿Cuáles son las industrias y servicios con vocación exportadora que deben tener apoyo de una política industrial? ¿Cómo se convierte al Caribe sea un destino estratégico para el nearshoring? ¿Cómo logramos que más estadounidenses vengan al país como turistas y como inversionistas? ¿Cómo nos acercamos más al primer Secretario de Estado de origen latino, Marco Rubio, que es un conocedor de nuestro país?

También es clave que los candidatos escuchen a quienes mejor conocen y entienden a nuestro vecino. Colombia tiene un sistema de Cámaras de Comercio Colombo Americanas robusto y con experticia técnica, que está cumpliendo 70 años, y con unas seccionales regionales que llevan décadas construyendo relaciones a todos los niveles con el gobierno americano. También están personas como Luis Alberto Moreno o Juan Carlos Pinzón, ambos exembajadores en EE. UU., que dominan las sutilezas de un relacionamiento bipartidista efectivo y cuyas voces deberían ser tenidas en cuenta en aras de reconstruir la dinámica conjunta.

Mal haríamos como país en desaprovechar una crisis de esta magnitud para recomponer el camino de la que ha sido históricamente una relación especial entre ambas naciones. 

Por: Ricardo Plata Sarabia
*El autor es cofundador de Potencia, una firma de consultoría para ciudades y territorios, donde trabaja temas de desarrollo económico, turismo y ecosistema tech y director de Storm Capital, un fondo de VC en etapa temprana. Ha sido miembro de juntas directivas del sector público, privado y fundacional y ángel inversionista. 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.

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