Los modelos de liderazgo tradicional se quedan cortos con la Generación Z, que tiene necesidades diferentes a otras generaciones. ¿Qué pueden hacer los líderes y las empresas para atraer y retener el talento de esta generación?

La mayoría de los que tenemos gente a cargo hoy día hemos enfrentado renuncias inesperadas de jóvenes de la Generación Z, cuando lo conversamos caemos en estereotipos como que están desmotivados, no se esfuerzan lo suficiente, son débiles o no saben lo que quieren. Creemos que el problema son ellos, pero puede ser que estemos fallándoles con un liderazgo obsoleto y ambientes de trabajo que no los comprenden. 

Quienes hoy día tienen hasta 28 años hacen parte de esta generación, son los jóvenes post-millenials que crecieron en un contexto de profundos cambios sociales, políticos y tecnológicos, que moldearon su visión del mundo, sus expectativas laborales y su forma de relacionarse con las instituciones.

En Colombia esta generación podríamos decir que ha sido impactada principalmente por:

  1. Conflicto armado y Acuerdo de Paz (1997-2012), también vivieron el proceso de paz con las Farc (2016), lo que representó un punto de inflexión en la historia del país. El posconflicto trajo retos y promesas de una sociedad más pacífica, pero también decepciones.
  2. Inestabilidad económica y crisis globales, nacieron o crecieron en medio de crisis económicas globales como la de 2008 y sus efectos en Colombia. Enfrentan el desempleo juvenil y la dificultad de acceder a empleos estables bien remunerados.
  3. Boom de la tecnología y redes sociales, son la primera generación colombiana completamente digital, creciendo con internet, smartphones y redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok y WhatsApp. Se informan a través de plataformas digitales en lugar de medios tradicionales, lo que influye en su visión política y social. Han visto cómo influenciadores y creadores de contenido pueden construir carreras sin depender de caminos tradicionales.
  4. Protestas y activismo juvenil, fueron protagonistas o testigos del Paro Nacional de 2019-2021. Han impulsado el activismo digital y las denuncias en redes sociales sobre diversos temas. Exigen mayor representación y participación en la política, pero desconfían de las instituciones tradicionales.
  5. Crisis educativa y transformación de la enseñanza. Han crecido en un sistema educativo con brechas de calidad y poca alineación con las demandas del mercado laboral. La pandemia del Covid-19 afectó su formación académica. Se han enfrentado a un dilema: estudiar largas carreras universitarias con poca garantía de empleo o buscar alternativas como cursos cortos, emprendimiento y trabajo independiente.
  6. Mayor conciencia sobre diversidad e inclusión. Han crecido en un contexto de mayor reconocimiento de los derechos de las comunidades LGBTIQ+, mujeres y grupos étnicos. Abogan por una sociedad más equitativa. Son más abiertos a hablar sobre salud mental, bienestar emocional y la necesidad de equilibrar la vida personal y laboral

En conclusión son una generación pragmática y a la que se le queda corto un liderazgo basado en la motivación y la visión, en definitiva a la cual los modelos de liderazgo tradicional no les funcionan porque a menudo carecen de seguridad psicológica y ellos la necesitan. 

Entonces ¿qué podemos hacer los líderes y las empresas para atraer y retener el talento de esta generación?

Preocupación genuina por sus necesidades y construcción de confianza, necesitan ser vistos no solo como trabajadores sino como personas, que volvieron a traer a la conversación el balance de la vida laboral, el burnout y esperan ownership desde el día uno, la autonomía y flexibilidad son claves.

Proveer reconocimiento constante, valoran ser reconocidos y contar con un genuino interés sobre sus aportes y esfuerzos, en Symplifica por ejemplo tenemos un canal de comunicación que se llama ‘Muro de la Fama’ donde cualquier persona de la empresa puede reconocer el esfuerzo o logro de otra persona y este tipo de mensajes han tenido un efecto muy positivo en el equipo.

Equidad y transparencia, esperan de las empresas un trato sin favoritismos en cuanto a salarios, ascensos y oportunidades. Realmente se desconectan si sienten que el ambiente no es propicio a tratar con equidad. 

Sobre la transparencia también se aplica a la comunicación, por ejemplo hace poco en Symplifica tuvimos una crisis y subí un video a toda la empresa compartiendo la situación y solicitando apoyo al área que estaba enfrentando el problema, esto generó un sentido de solidaridad pero también una sensación de que todos estamos juntos en el mismo barco. Algo que he aprendido es que abrir los micrófonos en townhalls y en reuniones claves donde ellos también puedan expresar lo que están sintiendo y viendo, este tipo de prácticas pueden ser un gran aporte al negocio y a la construcción de confianza.

También es importante que entendamos que es una generación que se comunica diferente, no es que tengan mala actitud pero un mensaje puede hacer para ellos las veces de llamada y tienen gran agilidad para resolver los obstáculos sin necesidad de reuniones constantes.

Algo que admiro de la Gen Z es como eligen a conciencia donde trabajar e invertir su tiempo, les importa porque saben que un mundo mejor se construye en la medida que ellos tomen parte y el propósito para ellos no es solo un discurso.

El reto del liderazgo es enorme porque nos enfrentamos por primera vez a la gestión del talento multigeneracional y la Gen Z viene a cuestionarnos directamente sin falsos respetos jerárquicos y con genuino interés por su bienestar y desarrollo ¿estamos dispuestos a cambiar?

Contacto:
LinkedIn:Salua García Fakih
Twitter: @Saluagf
*La autora es Cofundadora de la plataforma Symplifica, que trabaja por lograr la formalización de los empleados del hogar en Latam. En su instagram @saluagarciafakih promueve el emprendimiento y comparte sobre su experiencia como emprendedora. Cuenta con un Máster en Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Rosario, Máster en Liderazgo de EADA Barcelona y es Especialista en Marketing de EAFIT.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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