En la sesión prevaleció la cautela, teniendo en cuenta la situación fiscal retadora y los riesgos de presiones inflacionarias persistentes asociados a la incertidumbre en el frente externo.
En la primera reunión en la que participaron 4 miembros elegidos por el Gobierno actual, la Junta Directiva del Banco de la República mantuvo inalterada su tasa de intervención en 9,5%.
Cuatro directores votaron a favor de esta decisión y tres por una reducción de 50 puntos básicos (pbs). La última reducción de tasa se produjo el pasado 20 de diciembre en 25 puntos básicos.
En su discusión de política, la Junta Directiva tuvo en cuenta que, luego de tres meses de permanecer estable en 5,2%, la inflación anual en febrero tuvo un ligero incremento a 5,3%.
“Los riesgos de presiones inflacionarias persisten asociados con los retos fiscales y la incertidumbre en el frente externo”, señaló la Junta en su comunicado.
Según la Junta, se prevé que las condiciones financieras externas se mantengan restrictivas en un entorno de una lenta normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
“Lo anterior en un contexto de incertidumbre sobre los efectos de las políticas migratoria y comercial de ese país y sus consecuencias sobre la economía global”, señala el comunicado. “La decisión de no modificar la tasa de interés mantiene una postura cautelosa de la política monetaria a la espera de allegar nueva información en los próximos meses que permita contar con mayores elementos de juicio para determinar la posibilidad de nuevos recortes en la tasa de interés”.
Por otra parte, el equipo técnico del Emisor aumentó su pronóstico de crecimiento económico para 2025 del 2,6% al 2,8%, en línea con el dato revelado por el Dane de un crecimiento de 2,5% en enero medido por el ISE.
“No estamos contentos con la decisión”, admitió el nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas en la rueda de prensa posterior a la Junta, aunque dijo que esperan que en las próximas reuniones de la Junta pueda haber avances en la materia.
En sus primeras declaraciones luego de asumir el cargo, el pasado jueves 27 de marzo, el funcionario había anticipado recortes de tasa y dijo que ‘no era el contradictor ni el encargado de controlar al presidente Petro’.
Según Ávila, en marzo se tendrían “buenas noticias para el país” con la baja de tasas. Agregó que los ajustes a la baja deberían ser más contundentes pese a que, como ya se mencionó, los analistas consideran que no es momento de recortarlas.
En la sesión, tanto Ávila como los codirectores César Giraldo y Laura Moisa, nombrados en enero por el presidente, Gustavo Petro, votaron por una reducción de 50 puntos básicos en la tasa del Emisor.
De la misma postura se apartó Olga Lucía Acosta, también designada por Petro, que sumó su votó a los del gerente, Leonardo Villar, y los codirectores Bibiana Taboada y Mauricio Villamizar.
En la última encuesta de Anif sobre tasas de política monetaria, los analistas se mostraron divididos sobre si el Emisor mantendría tasas estables o las reducirá en 25 puntos básicos en la reunión de hoy, pero la gran mayoría señaló que las tasas deberían permanecer estables.
Incluso, José Antonio Ocampo, el primer ministro de Hacienda del actual gobierno, señaló en su cuenta de la red social X que, aunque ha sido partidario en varias oportunidades de reducciones más rápidas de las tasas de interés del Banco de la República, “frente a la situación fiscal crítica que tiene el país y el aumento de las tasas de interés de los TES, lo prudente es que el Banco mantenga las tasas vigentes”.

Como lo señaló un análisis de Investigaciones Económicas IE del Banco de Bogotá, si bien la mejora en las expectativas de inflación y de la tasa de cambio soportarían una baja en la tasa de interés, el deterioro de la situación fiscal se ha convertido en el gran limitante para los recortes.
En el informe, IE destacó que la poca experiencia de los funcionarios de las principales entidades que manejan la política fiscal del país jugaría en contra de nuevas rebajas, ya que el déficit fiscal podría alcanzar los $130 billones en 2025 (7.2% del PIB).
En la reunión de pasado 31 de enero, la primera de este año y la última en la que participaron los codirectores Roberto Steiner y Jaime Jaramillo, reemplazados por Giraldo y Moisa, la Junta mantuvo su tasa de intervención en 9,5%, sorprendiendo al mercado que preveía una reducción de 25 puntos básicos.
Cinco codirectores apoyaron la decisión; uno votó por una reducción de 25 puntos básicos y otro, el entonces ministro de Hacienda, Diego Guevara, por 50 puntos básicos.
Entre la reunión la Junta de enero y marzo, los seguros de impago de la deuda colombiana (Credit Default Swaps, CDS) a 5 años pasaron de 203 puntos básicos (pb) a 224.

Según IE, la mayoría del aumento se materializó tras la noticia de la salida de Diego Guevara del Ministerio de Hacienda. Antes de la noticia, el CDS se ubicaba en 199 pb y, al 29 de marzo, una vez nombrado el nuevo ministro e incluso incorporando sus primeras declaraciones, los CDS superaron los 224pb.
Por el contrario, en el mismo lapso, en los principales países de la región latinoamericana el ascenso de los CDS ha sido de 10pb en promedio, resaltando que el deterioro local obedece a un factor idiosincrático.
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