Muchos líderes caen en la trampa de creer que deben supervisar y controlar cada detalle de la operación para garantizar el éxito. Esto no es liderazgo, ¿cómo cambiarlo apalancándose en el equipo?

A menudo, ambos nos encontramos sentados frente a una mesa con líderes abrumados que están tratando de mejorar o dar un giro a una empresa o a la parte de ella que dirigen. Todos se enfrentan a una larga lista de tareas pendientes (que normalmente se alarga cada vez más). Todos entienden que el trabajo de un líder implica mucho trabajo, pero para muchos de ellos la situación actual parece demasiado y está empeorando.

En este artículo explicaremos cómo los líderes pueden cambiar eso. Comenzaremos con la teoría, quizás sorprendente pero poderosa, que guía la forma en que administramos nuestro propio tiempo.

La trampa del liderazgo sobrecargado

Muchos líderes caen en la trampa de creer que deben supervisar y controlar cada detalle de la operación para garantizar el éxito. Esta mentalidad, aunque comprensible, puede llevar al agotamiento del líder y a la desaceleración del desempeño general de la empresa. La sobrecarga de tareas también limita el desarrollo profesional de los colaboradores, quienes no reciben la oportunidad de asumir responsabilidades y mejorar sus habilidades.

Un liderazgo centrado en la microgestión genera una cultura empresarial rígida y dependiente del líder, lo que dificulta la innovación y la toma de decisiones ágiles. En contraste, los líderes que delegan eficazmente permiten que sus equipos adquieran autonomía y confianza, lo que fomenta un entorno más dinámico y resiliente.

Beneficios de la delegación efectiva

La delegación no solo libera tiempo para el líder, sino que también fortalece la organización en múltiples dimensiones. Entre los principales beneficios de una delegación bien ejecutada se encuentran:

  1. Mayor enfoque estratégico: Los líderes pueden concentrarse en la visión a largo plazo de la empresa en lugar de quedar atrapados en tareas operativas diarias.
  2. Empoderamiento del equipo: Delegar responsabilidades brinda a los empleados oportunidades de crecimiento y desarrollo, aumentando su compromiso y motivación.
  3. Optimización del tiempo y los recursos: Distribuir el trabajo de manera eficiente permite que cada miembro del equipo aporte su experiencia y talento en las áreas donde son más competentes.
  4. Fomento de la innovación: Cuando los empleados tienen mayor autonomía, pueden proponer soluciones y enfoques creativos sin depender constantemente de la aprobación del líder.
  5. Reducción del estrés y la fatiga del líder: Evitar la acumulación de tareas disminuye la carga mental y física de los líderes, lo que les permite tomar mejores decisiones y mantener una actitud proactiva.

Cómo delegar de manera efectiva

Acá algunas claves para mejorar la delegación en el liderazgo empresarial:

  • Identificar tareas delegables: No todas las responsabilidades deben recaer sobre el líder. Es fundamental distinguir entre las actividades que requieren su atención directa y aquellas que pueden ser gestionadas por otros miembros del equipo.
  • Asignar tareas según fortalezas y habilidades: Delegar eficazmente implica conocer las capacidades de cada empleado y asignarles responsabilidades alineadas con sus competencias.
  • Brindar claridad y apoyo: La delegación no significa simplemente asignar tareas sin dirección. Los líderes deben proporcionar expectativas claras, recursos adecuados y orientación cuando sea necesario.
  • Fomentar la confianza y la autonomía: Es importante evitar la microgestión y permitir que los empleados tomen decisiones dentro de sus responsabilidades.
  • Evaluar y retroalimentar: La delegación debe ir acompañada de un seguimiento efectivo, en el que se reconozcan los logros y se brinden oportunidades de mejora.

Conclusión

En última instancia, un liderazgo exitoso no se basa en la cantidad de tareas que una persona puede asumir, sino en su capacidad para desarrollar un equipo sólido y autónomo. Los líderes que dominan el arte de delegar construyen organizaciones más adaptables, innovadoras y productivas. Al liberar su carga de trabajo y empoderar a su equipo, pueden enfocarse en lo que realmente importa: la visión y el crecimiento sostenible de la empresa.

Los líderes nunca tendrán tiempo libre. Los buenos líderes siempre estarán sumamente ocupados y cada vez habrá más exigencias que les impongan más tiempo. Pero no tienen por qué sentirse abrumados. Quienes utilicen el principio de la ventaja comparativa para quitar algunas tareas de sus calendarios y poder dedicarse a las verdaderamente críticas darán a sus organizaciones la mejor oportunidad de lograr una ventaja competitiva y prosperarán.

Por: Mateo Marulanda Restrepo*
Twitter: @matmaru1
*El autor es Founding Team & Head of expansion de Pluria. Mentor de la Cámara de Comercio de Bogotá y del Colegio de Estudios Superior de Administración CESA. Ángel inversionista en startups en etapa temprana. Me fascina escribir en Forbes sobre Startups, reclutamiento & cultura, futuro del trabajo, hacks para first time founders y aprendizajes de mis emprendimientos. 

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