Trii ha duplicado el número de inversionistas que invierten en bolsa en Colombia, donde procesa la mitad de las transacciones del mercado bursátil, al igual que en Perú. Todo desde un celular. Su cofundador y CEO Esteban Peñaloza contó a Forbes su fórmula: regulación local, tecnología propia y aliados de peso.

Una aplicación móvil está logrando lo que durante décadas parecía imposible: que cientos de miles de colombianos, peruanos y chilenos empiecen a invertir en la bolsa. 

Su nombre es Trii, y desde su fundación en 2019 por Esteban Peñaloza, Carlos Guayara y Diego Torres, ha venido facilitando el acceso al mercado de capitales en estos países. 

“Siempre se subestimó lo que se podía generar apalancándonos en el ecosistema local”, cuenta Esteban Peñaloza, cofundador y CEO de Trii, en una entrevista con Forbes. “Tanto para las marcas, como para el usuario”.

Antes de Trii, apenas 400.000 personas tenían una cuenta de inversión en Colombia. Hoy, la plataforma ha creado más de 340.000 cuentas adicionales en solo cuatro años. En Perú, la historia se repite: Trii ha sido responsable de más de 100.000 de las cuentas nuevas creadas desde 2022. Tan solo en 2024, el 95% de las cuentas de inversión abiertas en ese país fueron gestionadas a través de la aplicación.

El impacto no es sólo cuantitativo. En Colombia, Trii procesa hoy el 55% de todas las transacciones de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) y representa el 5% del volumen total. En Perú, gestiona el 50% de las operaciones de la Bolsa de Valores de Lima. Desde 2021, ha tramitado 1.5 millones de transacciones en acciones en Colombia, Perú y Chile.

“Trii es la primera empresa 100% de software que interviene en el mercado local de los países donde operamos,” explica Peñaloza. “Eso nos da una ventaja que trasladamos en precios, procesos más fáciles, y mejor acceso para los usuarios.”

Uno de los momentos más icónicos para la empresa es el “Día Trii”, una celebración anual que coincide con el Día Mundial del Árbol, cada 29 de abril, ya que ese día no cobran comisiones por las operaciones.

“Ese día todas las transacciones en los países donde operamos son gratis en nuestra plataforma. El último ejercicio en 2024 procesamos casi 25.000 transacciones en un solo día”, afirma Peñaloza.

La jornada, que atrae un alto flujo de operaciones, representa un reto de infraestructura.

“El mercado en general y su infraestructura no están diseñados para ese tráfico, así que debemos darle aviso a las bolsas de los tres países”, puntualiza Peñaloza. “Para el equipo de Trii es un trabajo enorme de comunicación y servidores”.

Trii también ha logrado abrir espacios nuevos en el ecosistema financiero. En 2023, lanzaron herramientas para fondos, y ya cuentan con más de 100.000 usuarios en esta categoría. Han listado acciones globales en Colombia como Nvidia, Nike, Nu, Uber, Ford, Meta, Berkshire Hathaway e incluso el ETF IBIT (que permite invertir en bitcoin a través de la bolsa) acercando el mercado global al usuario latinoamericano.

En términos de capital, Trii ha asegurado cerca de US$10 millones desde su nacimiento, con inversionistas como Grupo Bancolombia, la Universidad de Harvard y Y Combinator. 

En 2024, alcanzaron los US$750 millones en volumen procesado y llegaron a US$200 millones en activos bajo custodia.

La apuesta por la regulación ha sido parte del ADN de la compañía desde el inicio. 

“Trii es la primera solución regulada diseñada desde cero como producto tecnológico”, explica Peñaloza. “Plataformas como Hapi o eToro son buenos productos, pero no se someten a la vigilancia del regulador financiero local como sí lo hace Trii.”

Hoy, 39 empleados atienden a medio millón de clientes en la región. Los tres fundadores siguen activos en la operación: Esteban se encarga de las finanzas y del levantamiento de capital, Diego de operaciones, talento y crecimiento, y Carlos de las relaciones institucionales.

Para este año, Trii planea lanzar una serie de nuevos productos: CDTs con un banco aliado, un fondo en dólares con uno de los bancos más grandes del mundo, opciones para afiliados a cajas de compensación y, finalmente, una versión de escritorio de su plataforma. Todo esto, tras cumplir el objetivo de cerrar el primer trimestre como una empresa rentable.

“Queremos ejecutar lo que nosotros llamamos internamente Trii 2.0,” adelanta Peñaloza. “Es dejar de ver a Trii como una plataforma de inversión, y llevar la experiencia, facilidad y seguridad de Trii a más aspectos de la vida financiera de nuestros usuarios”.

Con una cultura digital, una relación cercana con los reguladores y una propuesta que democratiza el acceso al mercado de capitales, esta fintech de inversiones está haciendo algo que pocos en la región han logrado: que invertir deje de ser una excentricidad de pocos y se convierta en un hábito cotidiano de muchos.

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