Aunque casi todos los adultos en Colombia ya tienen algún producto financiero, el uso sigue siendo desigual: hay rezagos en zonas rurales, entre mujeres y en jóvenes, según el último reporte oficial.
En el 2024, el 96,3 % de los adultos en Colombia tenía al menos un producto financiero. Así lo reveló el Reporte de Inclusión Financiera presentado por la Superintendencia Financiera y Banca de las Oportunidades. La cifra muestra un aumento frente a 2023, cuando era del 94,6 %, mostrando que más personas están entrando al sistema financiero. En total, 37,1 millones de adultos contaban con algún producto de depósito al terminar el año pasado.
Las cuentas de ahorro siguen siendo el producto más común, con una presencia de 82,4 % entre la población adulta. De igual manera, los depósitos de bajo monto alcanzaron el 76,1 %. Sin embargo, no todos los que tienen estos productos los usan con frecuencia, apenas el 54,9% utiliza activamente su cuenta de ahorros, y el 64% los depósitos sencillos.
El acceso no es igual en todas las regiones del país. El Eje Cafetero alcanzó niveles universales de acceso y uso, la región Centro Oriente también tuvo acceso alto, con un uso del 89,9 %. En contraste, la región Caribe (68,3 %) y la Pacífica (67,7 %) registraron los niveles más bajos de uso. Estas diferencias se replican entre zonas urbanas y rurales. En las ciudades el acceso es prácticamente universal, en el campo baja al 65,6 %, y el uso activo pasa del 89,3 % en lo urbano al 53,4 % en lo rural.
También persisten las brechas de género. Aunque las mujeres acceden con mayor frecuencia al microcrédito: 929 créditos por cada 10.000 adultas, frente a 763 en hombres, los montos que reciben son menores. En promedio, a ellas se les prestan $6,9 millones, mientras que los hombres acceden a $8,4 millones. La diferencia general en acceso financiero es de 6,9 puntos porcentuales, y en uso activo de 4,4 puntos.
El acceso al crédito subió levemente en 2024: el 35,5 % de los adultos tenía algún préstamo con una entidad financiera, aunque la cifra sigue por debajo del nivel prepandemia. Al sumar los créditos otorgados por empresas como operadores móviles o comercios, el total sube a 50,5 %, lo que representa más de 19 millones de personas. Las tarjetas de crédito fueron el producto más usado (23,3 %), el microcrédito bajó a 6,2 % y el crédito de consumo cayó a 19 %. El crédito de vivienda creció un poco y llegó al 3,1 %, sobre todo en grandes ciudades.
El informe también incluyó datos sobre el sector asegurador. La industria de seguros representó el 3,3% del PIB, en el 2014, con un ligero aumento respecto al año anterior. Los seguros masivos —que incluyen productos como el SOAT o seguros de vida grupales— representaron el 33,1 % de las primas emitidas. A pesar del crecimiento, los microseguros, pensados para personas con ingresos bajos, siguen siendo poco comunes y solo representan el 2% del mercado asegurador.
Por otra parte, el análisis empresarial mostró que el 72,5 % de las personas jurídicas accedió a productos financieros, una ligera caída de 0,6 puntos porcentuales frente a 2023. El 26,7% de las empresas tenía un crédito vigente, lo que representa una mejora, pero el acceso a productos de depósito cayó a 72,4%. Las cifras muestran que, aunque más empresas acceden a financiamiento, también hay retrocesos en el uso de productos básicos como cuentas.