El contrato de aprendizaje ahora cuesta más del doble, lo que podría frenar la contratación de jóvenes sin experiencia, según el Centro de Estudios Económicos de Colombia.

Con la reforma laboral aprobada recientemente en Colombia, el contrato de aprendizaje dejó de ser una figura formativa especial para convertirse en un contrato laboral formal, con todas las prestaciones de ley. Este cambio implica un aumento significativo en los costos que deben asumir las empresas y según el centro de estudios Anif, podría reducir los incentivos para contratar jóvenes sin experiencia.

Antes de la reforma, un aprendiz del Sena recibía un apoyo mensual cercano a los $1.075.000, sin prestaciones como salud, pensión o vacaciones. Ahora, con la nueva norma, ese mismo aprendiz costará cerca de $2.204.700 al mes, ya que las empresas deben pagar el salario mínimo completo y asumir todos los aportes laborales obligatorios.

El nuevo valor incluye $1.423.500 de salario mínimo, $200.000 de auxilio de transporte y $170.820 en aportes a pensión. A esto se suman vacaciones, prima, cesantías e intereses de cesantías, que rondan los $346.000, y pagos a caja de compensación y riesgos laborales por unos $64.000 más. En total, el incremento supera el 105 % frente al esquema anterior.


Costos asociados a la vinculación de aprendices – antes y después de la reforma

Hasta ahora, las empresas solo cubrían el 75 % del salario mínimo y un seguro de riesgos laborales básico. Eso hacía más viable vincular jóvenes en formación. Con los nuevos costos, ese incentivo desaparece y se iguala al de contratar a un trabajador con experiencia.

Durante más de dos décadas, el contrato de aprendizaje ha sido importante para el primer empleo de miles de jóvenes. De cada 10 aprendices, 4 eran del Sena, 5 estaban en prácticas universitarias y 1 provenía de instituciones privadas, según cifras oficiales.

Para Anif, al elevarse tanto los costos, las empresas podrían optar por contratar directamente a personal ya formado, lo que limitaría el acceso laboral de jóvenes sin experiencia. También existe el riesgo de que las compañías se limiten a cumplir la cuota mínima exigida por ley, en lugar de ofrecer más cupos voluntarios como hacían antes.

Esto podría reducir las oportunidades de ingreso al mercado laboral y agravar el problema del desempleo juvenil, que ya supera el promedio nacional. Para muchos, el contrato de aprendizaje era la única vía real para iniciar su vida laboral con formación práctica.

Lea más: La reforma laboral es ley, esto es lo que cambia desde julio para los trabajadores en Colombia