Aunque la reforma pensional ya fue aprobada, el bono mensual de $230.000 para adultos mayores aún no podrá entregarse por falta de presupuesto.

La reforma pensional fue aprobada en sesiones extraordinarias de la Cámara de Representantes el pasado 28 de junio, pero su implementación aún está en suspenso. Pese a que se corrigió el vicio de trámite señalado por la Corte Constitucional, la ley no podrá entrar en vigencia hasta que esa misma Corte emita un fallo de fondo. Y aunque el gobierno insiste en su voluntad política de cumplirle a los adultos mayores, la realidad presupuestal es otra, no hay dinero para comenzar a pagar el bono pensional prometido.

Así lo confirmó el presidente de Colpensiones, Jaime Dussán, en entrevista con Blu Radio. “No hay plata, sencillamente”, dijo. Según explicó, aunque el subsidio de $230.000 mensuales está contemplado en la reforma bajo el llamado Pilar Solidario, el giro de esos recursos depende del Presupuesto General de la Nación del próximo año. “No es que no se quiera pagar. Es que tiene que estar incluido en el presupuesto y no lo está todavía”, aseguró.

Dussán comento “el señor presidente ha ordenado que ese dinero se incluya en la propuesta de presupuesto del próximo año y que las reservas que resulten de este fin de año, tanto en el Ministerio del Trabajo como en el Ministerio de Hacienda o en Colpensiones, sean giradas a Prosperidad Social para que ahí se empiece a pagar”, afirmó.

El funcionario insistió en que la falta de plata no se debe únicamente al diseño del pilar solidario, sino a que los recursos aún no se han programado. “Tenemos todavía millón y medio largo de ciudadanos que aspiran a tener bono pensional. Pero no se les ha podido pagar porque no hay plata”, repitió.

El objetivo del gobierno, según Dussán, es que más de 2,3 millones de adultos mayores puedan empezar a recibir el bono a partir de noviembre de 2025. Y aunque la implementación está atada a decisiones presupuestales, el ejecutivo insiste en que es una de sus prioridades. “El presidente lo repite permanentemente: vamos a ayudar a los viejos y a las viejas. Esa es una tarea que este gobierno se puso como meta y que cualquier gobierno debería continuar”, dijo.

Mientras tanto, el sistema pensional continúa rigiéndose por la ley 100 de 1993, y el resto de artículos de la reforma, incluido el tratamiento tributario a las pensiones más altas, siguen en revisión. Dussán aclaró que, de momento, las pensiones no están gravadas y que cualquier ajuste dependerá de la interpretación de la Corte y de eventuales aclaraciones del Ministerio de Hacienda y la DIAN.

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