El panorama económico de Colombia según el FMI no está bien parado. El crecimiento esperado se redujo y confirmó que estamos ante un año difícil. ¿Qué debe hacer Colombia ante esta expectativa?
La semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó la actualización de su informe Panorama Económico Mundial (World Economic Outlook) para el mes de enero, con algunos cambios, unos optimistas como China y otras pesimistas como el de Colombia. Así que siendo este un referente para los mercados y analistas tanto locales como externos vale pena darles una mirada a las cifras más relevantes.
Lo primero que se puede notar es que dos de las fuerzas que afectaron el 2022 de acuerdo al FMI seguirán siendo determinantes en 2023, la lucha contra la inflación y la guerra en Ucrania. Por su parte, respecto al comportamiento de los precios se espera que 84 países tengan una inflación menor este año que en 2022 y que la global pase de un promedio de 8,8% a 6,6% y luego 4,3% en 2024, debido principalmente a por una demanda más débil tanto en la gasolina como en otros commodities lo que reduciría su precio y al efecto de las tasas de política monetaria.
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Sin embargo, también menciona como los datos de crecimiento económico para el tercer trimestre del año anterior trajeron sorpresas positivas impulsadas por fuerzas domésticas como un mayor consumo, inversión y soporte de políticas fiscales. Parte de esto sin lugar a duda ha llevado a aumentar la expectativa de crecimiento mundial en 0,2 puntos porcentuales a 2,9% frente a lo estimado en octubre, donde en este sentido sorprende el cambio de expectativa de China que con un ajuste de 0,8 puntos porcentuales llegaría a 5,2% gracias a su reapertura y la reversión de su política de Cero-Covid.

Respecto precisamente al aumento continuo de las tasas de interés de los bancos centrales en su lucha contra la inflación, el Fondo menciona en su informe recurrentemente que esto hará que la actividad económica se reduzca para este año afectando el consumo, particularmente en las economías avanzadas que crecerían 1,2% frente 2,7%, como puede verse en el gráfico.
Pero existen riesgos a tener en cuenta que pueden afectar estas expectativas a la baja, específicamente que se detenga la recuperación China, que escale el conflicto en Ucrania especialmente por el impacto para Europa, que la inflación persista y que el escenario de deuda pública empeore para países que enfrentan una combinación de altos niveles de endeudamiento por la pandemia, con bajo crecimiento y tasas de interés cada vez más altas.
En términos locales, Colombia recibe un ajuste importante a la baja en su expectativa de crecimiento de 2023, al pasar de un esperado por el FMI de 2,2% en octubre frente a 1,1% de la actualización de enero, e medio de un año de altas tasas de inflación. No hay que olvidar que en la última reunión del Banco de la República, que analicé en mi columna del pasado 31 de enero, esta entidad también redujo su expectativa de crecimiento a 0,2% lo que nos pone en un escenario aún más fuerte. Así que viendo las expectativas es claro que para 2023 es el momento de jugarle a nuestras fortalezas y proyectar una mayor tranquilidad que atraiga el capital extranjero y permita que Colombia pueda superar las expectativas en lo que parece ser un año difícil.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
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