Han pasado casi 20 años desde la irrupción de este grupo de economías emergentes que estaban destinadas a brillar en el panorama global. Pese a que mantuvieron su potencial visionario gracias a sus últimos índices de adopción de criptomonedas, el panorama no se ve del todo positivo.

En 2001, el economista británico y expresidente de Goldman Sachs, Jim O’Neill, describió a las economías de Brasil, Rusia, India y China como las naciones emergentes más prometedoras del mundo y posibles potencias globales para 2050, acuñando el termino BRIC para referirse a ellas. Esta sociedad tomó forma el 20 de noviembre de 2006, durante la reunión de la Asamblea General de la ONU. Fue entonces cuando los cuatro gobiernos sostuvieron su primer encuentro y acordaron más en el futuro, que llevaron a la celebración de su primera cumbre el 16 de junio de 2009.

Además de factores como su densidad poblacional y extensión territorial, las cuatro naciones contaban con un amplio catálogo de recursos naturales, niveles importantes de crecimiento en su PIB y participaciones importantes en el comercio internacional, lo que los llevó a ganar importancia como colectivo. Sin embargo, los inicios de esta nueva década han agregado un nuevo elemento en común para las economías en cuestión: una incursión profunda en el mundo de las criptomonedas.

Según la última edición del índice mundial de adopción de criptomonedas elaborado por Chainalysis, las economías BRIC se ubicaron en el top 10 durante el año pasado. Mientras que India ocupó el cuarto lugar, siendo superada solo por Vietman, Filipinas y Ucrania; Brasil se ubicó en la séptima casilla, dejando a Rusia y China como novena y décima respectivamente.

El caso de India es interesante, pues se espera que se convierta en la nación más poblada esta década. De ahí que, para que criptomonedas como Bitcoin tengan éxito, su adopción en esta nación es vital, según explicó a Forbes el fundador y consejero delegado de Paxful y fundador de la Fundación Built With Bitcoin, Ray Youssef.

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Por desgracia, los rígidos impuestos sobre las criptomonedas en India han sofocado la innovación y el comercio se ha ido al extranjero. Entre febrero y octubre del año pasado, más de US$3.800 millones en volumen de comercio se trasladaron de las bolsas locales a las internacionales. A su vez, el Gobierno persigue ahora el comercio internacional con una nueva enmienda que añadiría una posible multa y penas de cárcel por incumplimiento fiscal. 

Con ello se pretende dar cabida al proyecto de moneda digital (CBDC, por sus siglas en inglés) del Banco Central de la India, que ya ha puesto en marcha dos proyectos piloto. Para Youssef, es bueno que el Gobierno se sume a la idea de un activo digital, pero las CBDC no resuelven el problema de la inflación o el control centralizado, ya que siguen vinculadas a una moneda fiduciaria. 

“Bitcoin puede resolver este problema y debería regularse por separado de las altcoins. India ostenta la Presidencia del G20 este año y los funcionarios han dicho que la industria de las criptomonedas es una prioridad. Mientras se centran en Bitcoin, espero que entiendan los beneficios que puede aportar tanto a su gente como a su economía”, añadió el experto. 

Si de monedas digitales se trata, China es probablemente el país líder en esta materia. Expertos consultados por Forbes Colombia destacaron que el proyecto piloto del país con el yuan digital, que arrancó en los Juegos Olímpicos de Invierno del año pasado, puede ayudar en aspectos como la capacidad de rastrear el lavado de dinero y la actividad criminal. Sin embargo, esa también puede ser una razón de peso para que la gente no quiera usar una moneda digital. 

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“Si quieres deshacerte de las criptomonedas, hay formas más fáciles de hacerlo. Lo que debería ocurrir es que a los fiduciarios se les prohíba tener criptodivisas como inversiones porque son demasiado arriesgadas, o puedes regular el cripto mercado de la misma manera que regulas la banca convencional, que parece ser el camino que la gente está tomando”, agregaron.

Cabe destacar que China es la única de las economías BRIC que estuvo fuera del tipo 10 el año pasado, ocupando la casilla 13 del índice de Chainalysis. De acuerdo con la consultora, su reingreso se debe a que la nación se ha hecho especialmente fuerte en el uso de servicios centralizados, ocupando el segundo lugar en volumen de transacciones ajustado al poder adquisitivo, tanto a nivel general como minorista. 

Esto es interesante teniendo en cuenta las medidas enérgicas del gobierno chino contra la actividad de las criptomonedas, que incluyen la prohibición de todas las operaciones con activos digitales anunciada en septiembre de 2021. No obstante, la medida ha sido ineficaz o se ha aplicado de forma poco estricta hasta la fecha.

Al respecto, el analista regional de ATFX para Latinoamérica, Eduardo Ramos, sostiene que, si bien ha habido una adopción acelerada y positiva en China, no se puede ignorar que los gobiernos buscan también cuidar sus intereses. “El crear esta moneda, que tiene un activo digital que se mueve a la par, busca que veamos más adopción de cinco a diez años, y al mismo tiempo, existan regulaciones para que los criptoactivos tengan mayor alcance y el mercado tenga mayor capitalización”, dijo.

Si bien otros expertos coinciden en que la adopción cripto está estrechamente relacionada con la coyuntura gubernamental, dicha asociación no siempre es positiva. Al menos así lo analizó el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle. Para el ejecutivo, la razón de la implantación de cripto en las economías BRIC es fundamentalmente la inestabilidad política que existe, y adicionalmente, el miedo de los ciudadanos a las monedas digitales.

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“Se ve una creciente preocupación en muchos países de estos que se llaman BRIC, sobre todo Brasil, Rusia y China, de que se introduzcan controles de capitales mas agresivos y una política monetaria que destruya la moneda”, añadió.

Con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a Brasil, sus intenciones de cambiar la Constitución Política de Brasil para modificar el pitching de gasto, hizo que muchos ciudadanos temieran una reacción del real brasilero similar a la del peso argentino y otras monedas emergentes cuando el gobierno intenta monetizar cualquier aumento de gasto público.

En los casos Rusia y China, el problema va dirigido principalmente al control de capitales, porque muchos ciudadanos no tienen acceso a liquidez y al mercado monetario en condiciones abiertas y libres. De ahí que prefieran tener acceso a una moneda que no esté bajo el control del Banco Central.

Debido a ello, la subida de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. ha fortalecido el dólar y debilitado las criptomonedas, cuyos precios cayeron a mínimos históricos en 2022. Para Lacalle, las cripto solo aumentan de uso y valor cuando los ciudadanos perciben que el Banco Central que emite la moneda nacional tiene como objetivo destruir el poder adquisitivo de la moneda y cuando se teme al control de capitales.

Si los ciudadanos perciben que el gobierno tiene una voluntad inequívoca de mantener las reservas de valor de su moneda y mantener libertad de capitales, las criptomonedas nunca tendrían éxito. El problema es cuando los gobiernos y los bancos centrales pierden la independencia y el compromiso de mantener las reservas de valor y la libertad de capitales, entonces los ciudadanos buscan alternativas a una moneda estatal que va perdiendo valor. De ahí que la mayor arma contra las cripto sea una moneda nacional fuerte y libertad de capitales”, subrayó el economista jefe de Tressis.

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Por el contrario, el analista internacional de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo Jassir, sostiene que la adopción de criptomonedas y la crisis política y gubernamental de las naciones BRIC “son dos cosas que van por caminos muy distintos. Yo pensaría que la adopción cripto tiene que ver en algunos casos con decisiones políticas, pero no hay correlación”.

Al respecto, ha habido dos coyunturas que han cambiado sustancialmente la percepción: primero, el boom de ganancias que hubo hace siete u ocho años cuando no se sabia qué era bitcoin y se reportaron ganancias históricas, pero en segundo lugar vino la caída masiva de los activos digitales de la que ni bitcoin se ha recuperado. 

“No se ve como la moneda del futuro, pero la gente ve los activos virtuales como una manera para hacer más efectivo el recaudo y evitar la evasión fiscal, pero no es necesariamente un aura o vocación visionaria. Por ejemplo, las BRIC no son mineras como El Salvador, que tampoco es exitoso en el sentido estricto”, señaló Jaramillo.

Según el académico, también hay una parte filosófica en este debate, y es que las cripto nacen como una respuesta de los “narcocapitalistas libertarios” para salir del sistema y no pagar impuestos. Lo que han planteado estos gobiernos abiertos a las cripto es que no pueden estar al margen de ello porque corren el riesgo de perder recursos, lo que podría calificarse como una decisión meramente política.

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En lugares como EE.UU. es donde ha llamado la atención esa dinámica en la que el gobierno crea un entorno seguro para el público, y es en esa tensión donde es realmente interesante confiar, justo ahora que estamos en medio de esta coyuntura. De ahí que los expertos consultados por Forbes, que pidieron reserva de su nombre, destacaran que “vamos a ver las principales economías seguir avanzando en su marco para los que los activos digitales se regulen”. 

En cierto modo, el efecto FTX probablemente está forzando a la gente a tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien, decisión que será recibida positivamente por los participantes del ecosistema, que buscan más claridad normativa sobre esos instrumentos. No obstante, esto no desembocaría en una adopción masiva gracias a la volatilidad del bitcoin como un almacén de riqueza o un medio de transacción.

Se trata de una cuestión de custodia de los clientes, que al dejar sus activos con FTX no comprendían plenamente la forma en que estaban administrando esos bienes, pues no utilizaron un depositario adecuado.

No cabe duda de que, en algunas economías, como en el caso de las BRIC, se verá un aumento de la adopción a través de la inestabilidad política y la inestabilidad financiera, lo que incluso hace el acceso más fácil para estas plataformas, pero en términos de ver por qué se da la adopción generalizada, solo se producirá cuando el marco regulador esté institucionalizado y tenga la infraestructura necesaria para apoyarlo. Amanecerá y veremos.

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