"Estamos teniendo una muy buena recepción con la población colombiana. Estamos contentos", celebró Andrea Petro.

Durante décadas, Colombia ha sido un país atravesado por las migraciones, en todas sus facetas, como país de origen, de paso y receptor. Esto plantea retos como el tránsito irregular de colombianos a otras regiones, arriesgándose a la trata de personas y diversas condiciones de vulnerabilidad.

En entrevista con Forbes, Andrea Petro recordó cómo fue su experiencia cómo migrante y las dificultades que tuvo para recibir ayuda por parte de las entidades del Estado. En ese momento, había finalizado sus estudios y el contrato laboral que tenía, por lo que le quitaron sus papeles y le pidieron que regresara a su país.

Para ella fueron días de angustia, de buscar apoyo en las embajadas y empezar trámites legales para poder garantizar su permanencia en Francia. “Traté como colombiana, yo teniendo confianza en las entidades del Estado, ir hasta el Consulado, pero no me ayudaron, nunca me atendieron”. Perdió dinero y tiempo, recurrió a comunidades y las diásporas. Allí fue donde se sembró en su cabeza la semillita de crear un proyecto que acompañara a los migrantes.

La Organización Colombiana para Migrantes surgió como una fundación para apoyar y orientar a los migrantes del país, para ello funcionarán como una red para facilitar la integración y cooperación entre las entidades que atienden las diásporas.

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Son tres los puntos en los que se centra el acompañamiento: lo primero es el aporte al país a través de estrategias de mitigación focalizadas en la pérdida y ausencia de capital humano, la reorientación como un mensaje de cambio de cultura al empresariado colombiano, para contrarrestar la fuga de talentos colombianos y la comprensión del migrante como sujeto de generación de valor y riqueza social.

Ello implica, dice Andrea Petro, hablar de temas sensibles que se escapan generalmente en la conversación sobre las diásporas, como el duelo migratorio, la trata de personas, las estafas, las remesas y la vulnerabilidad de las mujeres y las personas LGBTIQ+.

“Siempre tuve esta idea en mente, pero obviamente en esa época a mí nadie me iba a escuchar (…) y ahí fue cuando ganamos las elecciones, que por cosas de la vida en ese momento ya había terminado mi contrato laboral, y me di cuenta del poder que uno podía tener, la influencia que tú como hijo el presidente puedes tener y dije voy a hablar con Cancillería para ver si le suena la idea de qué podemos hacer, qué trabajo puedo hacer en común con ellos”.

El centro de la estrategia está en que los colombianos que han migrado les hablen a sus connacionales que piensan salir del país, que les cuenten sus historias, para que comprendan la dimensión de enfrentarse a un proceso migratorio, más cuando es de forma irregular. Desde la comunicación y el marketing de impacto se busca generar conciencia y que quienes toman la decisión de migrar lo hagan informados, con seguridad y garantías.

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Pero que también quienes retornen puedan hacerlo con todas las condiciones de seguridad y calidad de vida. En esa línea, también dedicarán esfuerzos para volver a traer el colombiano altamente calificado para que aporte al país, con garantías para el trabajo.

También recuperar la confianza en las instituciones y ver qué consulados son eficientes, para de esa forma promover que los colombianos se acerquen a ellos cuando los necesiten y reciban la atención que merecen. Otro objetivo de la fundación es el de armonizar las cifras, puesto que hay un subregistro de migrantes y todo indica que podrían superar los 12 millones de colombianos.

“Nosotros lo que estamos haciendo es trabajar un sistema de redes entre todo el mundo para apoyar a los migrantes; estamos trabajando con las embajadas, los consulados, las policías nacionales migratorias de los países receptores y ello ha dado origen a eventos como el primer Foro Migratorio que hicimos en la Universidad de Cartagena”.

Para ello establecerán sedes en Colombia, específicamente en Bogotá, con antenas en los países europeos principalmente, entre ellos España y Francia. Luego esperan llegar a otros territorios.

Ante el complejo contexto que se enfrenta el país tras los cambios en la política migratoria de Estados Unidos, Andrea Petro explica a Forbes que en un futuro se puede considerar la posibilidad de atender a esa población, pero que en este momento buscan fortalecer los países a los que llegarán inicialmente, con quienes ya han avanzado conversaciones, debido a que el problema migratorio con Estados Unidos es más complejo y requiere verse con calma.

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Petro además destaca que el rol del empresariado será fundamental, en la medida en que pueda conectarse con la oferta de profesionales colombianos altamente calificados y que están ‘fugándose’ del país.

Su apuesta será construir un proyecto sólido en estos cuatro años, que se apoye en financiamientos extranjeros y se articule con la academia, para que se vuelva sostenible en el tiempo y sea un apoyo permanente para los migrantes.

“Sinceramente, estamos teniendo una muy buena recepción con la población colombiana completamente diversa, vienen de todos lados. Ya estamos contentos porque sí está funcionando”, celebró Andrea Petro.

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