El Banco de la República decidió mantener su tasa de política monetaria. ¿Qué implicaciones tiene esto en el bolsillo de los colombianos?
En su reunión del pasado viernes 30 de junio la Junta Directiva del Banco de la República decidió de forma unánime mantener inalterada su tasa de política monetaria en 13,25%. A este respecto si bien muchas veces los analistas hablamos de los bancos centrales, en realidad suele ser un tema algo técnico y que se siente alejado de las personas, por eso en esta columna quiero explicarles las implicaciones y razones detrás de esta decisión y como puede afectarlos a ustedes.
Como siempre, lo primero es entender cómo funciona la decisión de tasa de interés del Banco ya que se de ahí se deriva todo. Cuando un banco central sube tasas, como lo ha venido haciendo el nuestro y gran parte del mundo en ciclos de aumentos históricamente largos y fuertes, es porque su preocupación está centrada en controlar el aumento en el nivel de precios, es decir, la inflación.
En Colombia este nivel ideal de inflación, es decir aquel da dinamismo a la oferta sin reducir la demanda se conoce como la meta y está determinado en 3%, y si bien el nivel actual de 12,4% ha mostrado señales de estar reduciéndose todavía está bastante lejos, como puede verse en el gráfico.

Entonces, al subir la tasa se hace más costoso el acceso a liquidez vía operaciones repo (aquí se llaman OMAS u Operaciones de Mercado Abierto Transitorias) a los bancos comerciales que eventualmente subirán las tasas de sus créditos lo que para los hogares aumentará el costo de endeudarse y consumir más, reduciendo su demanda por bienes y servicios y bajando la presión sobre los precios. El problema es que afectar el consumo trae un costo implícito ya que reduce también la dinámica del crecimiento económico siendo una de sus fuerzas más relevantes.
Como el efecto de este movimiento de tasas no es instantáneo, es más toma bastante tiempo en verse, una medida igual de importante no es la inflación sino sus expectativas futuras, de las cuales en el comunicado de prensa mencionan también han disminuido y se ubican en 6,4% a 12 meses y en 4,0% a 24 meses.
Pero otra mención importante es la preocupación con el ritmo de crecimiento de la economía, en especial con el dato del ISE (indicador de seguimiento de la Economía) cuya tasa anual para abril marcó una contracción de -0,8%. Por lo que la combinación de estos dos factores fue central en la decisión de detener el aumento de las tasas mostrando un cambio de foco más hace el posible deterioro de la economía que al control de la inflación.
De acuerdo a las expectativas, estamos ante dos años de precios altos, para que finalmente se acerquen a la meta de inflación por lo que es de esperar que si bien terminó el ciclo de aumentos, las tasas continúen altas por un buen tiempo para maximizar su efecto. La pregunta ahora es ¿cómo eso podría afectar a la economía no solo desde el punto de vista del consumo sino también desde el costo de financiamiento para empresas e inversión en medio de un contexto de desaceleración?, por lo que el cierre de 2023 será crucial para determinar el curso que tomará de la política monetaria.
Mi columna del 27 de junio analizando el ISE. Si quieren revisar el comunicado de prensa pueden hacerlo aquí.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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