La Casa Blanca ha dicho repetidamente que regular la IA es una prioridad importante para Biden. Google y Open AI se suman al compromiso.
Las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos, incluyendo OpenAI, Google y Microsoft, han acordado una serie de salvaguardias voluntarias para mitigar los riesgos de la inteligencia artificial, anunció la Casa Blanca el viernes, un paso temprano antes de regulaciones más formales, mientras los legisladores de todo el mundo se apresuran a desarrollar una respuesta coherente para guiar la rápida evolución de la tecnología.
Datos clave
- La Casa Blanca dijo que había asegurado “compromisos voluntarios” de siete destacadas empresas de IA “para avanzar hacia el desarrollo seguro, confiable y transparente de la tecnología de IA”.
- Figuras principales de las siete empresas, incluyendo Amazon, Anthropic, Google, Inflection AI, Meta, Microsoft y OpenAI, tienen previsto reunirse con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca el viernes, incluyendo al presidente de Microsoft, Brad Smith, el jefe de asuntos globales de Meta, Nick Clegg, y el director ejecutivo de Inflection AI, Mustafa Suleyman.
- Las empresas se han comprometido a compartir más información entre ellas, los gobiernos e investigadores sobre cómo están gestionando los riesgos de la IA, a invertir más dinero en ciberseguridad y a someter sus sistemas de IA a pruebas a través de un tercero una vez que sean lanzados para permitirles detectar y solucionar cualquier problema de manera rápida.
- Las compañías también se han comprometido a desarrollar herramientas “robustas”, como un mecanismo de “marca de agua”, para informar a los usuarios cuando el contenido sea generado por IA y a dar prioridad a la investigación sobre los riesgos sociales que plantea la IA, como facilitar el sesgo, alimentar la discriminación y socavar la privacidad.
- La Casa Blanca dijo que los compromisos, que las empresas seguirán “de inmediato”, subrayan tres principios que considera “fundamentales” para el futuro de la IA: seguridad, confiabilidad y confianza.
Las empresas han acordado asumir los compromisos “de inmediato”, según la Casa Blanca.
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Lo que no sabemos
El anuncio de la Casa Blanca fue más un tema que una sustancia y contenía pocos detalles concretos sobre lo que realmente se espera que hagan las empresas. No está claro cómo la Casa Blanca las responsabilizará, ya que el esquema es voluntario y el anuncio no incluyó un mecanismo de aplicación. Tampoco está claro si estas son las únicas empresas a las que se acercó la Casa Blanca, ya que es posible que otras empresas hayan optado por no participar, o si más empresas serán bienvenidas a unirse en una fecha posterior.
Qué esperar
Aunque la Casa Blanca dijo que los compromisos voluntarios “marcan un paso crítico hacia el desarrollo de una IA responsable”, reconoció que son un primer punto de partida para regular la industria y que no evitan la necesidad de una legislación focalizada. “Hay mucho más trabajo en curso” en cuanto a la IA, dijo la Casa Blanca. La administración está “desarrollando actualmente” una orden ejecutiva y persiguiendo legislación bipartidista para regular la IA, dijo el comunicado, aunque no proporcionó detalles sobre qué podría cubrir dicha legislación ni ninguna indicación de cuándo podría ser implementada.
Antecedentes clave
La Casa Blanca ha dicho repetidamente que regular la IA es una prioridad importante para Biden, y esto ocurre mientras los legisladores se apresuran a formar un marco coherente para guiar la rápida evolución de la tecnología.
Si bien el desarrollo de normas más estrictas para controlar la tecnología ha sido tema de discusión entre los legisladores durante años, los avances recientes en IA generativa, tecnología capaz de generar contenido como imágenes, música, escritura y datos, y su rápida adopción pública tras el lanzamiento de herramientas como el ChatGPT de OpenAI el año pasado, han añadido un sentido de urgencia al tema.
La lenta construcción de legislación contrasta con la rápida evolución del desarrollo tecnológico y, en ausencia de un marco coherente bajo el cual trabajar, los líderes tecnológicos mismos han solicitado la regulación del gobierno, así como han hecho sus propios compromisos para desarrollar la tecnología de manera segura y responsable. El vacío, que está siendo llenado en gran medida por los mayores actores de la industria, suscita preocupaciones de que serán precisamente aquellos con intereses en la tecnología quienes servirán como guías en este emergente campo.