En medio de los retos que enfrenta el sector constructor en Colombia, un ecosistema de empresas ‘contech’ está tomando forma. Una mayor colaboración entre grandes corporaciones y startups promete un camino transformador para toda la industria.

A pesar de que el sector constructor atraviesa por tiempos de somnolencia Colombia, con entre otros factores, un desplome de la venta de vivienda nueva, hay un ecosistema, aún incipiente en el mercado local, que está desarrollando tecnología propia para la planificación, el diseño y la construcción de estructuras e incluso, para la fabricación de materiales.

Las ‘contech’ suenan menos que las ‘proptech’, pero para Shirlhey Sánchez, directora ejecutiva del gremio Colombia Proptech, ambos tipos de compañías se complementan.

“Hay una relación estrecha”, dice Sánchez. “Es un ciclo inmobiliario, en el que ‘contech’ aporta al diseño de las propiedades y a todas las etapas de la construcción, lo que se complementa con la comercialización e incluso con la financiación de lo que llamamos el real state fintech”.

Fernando Olloqui, cofundador y CEO de Licify. Foto: Licify.

En Colombia existen al menos diez ‘contech’, startups o empresas emergentes de base tecnológica enfocadas en el sector constructor, de acuerdo con el más reciente reporte Contech Latam 2023. Entre ellas, abundan los mercados en línea.

“Queremos empoderar y conectar a la industria”, comenta Fernando Olloqui, cofundador y CEO de Licify, una plataforma que conecta a constructores con proveedores simplificando litaciones, compras, facturación y conciliación de pagos, que hace poco atrajo una inversión de US$3.4 millones para expandirse a México. “Hemos facilitado más de US$2.000 millones en transacciones entre constructores y su cadena de suministro en los últimos dos años”.

Este tipo de iniciativas están llegando hasta a los ferreteros. Miles de ellos usan la plataforma colombiana Tul para abastecerse. Desde 2020, la compañía ha accedido a más de US$200 millones de inversionistas para impulsar su crecimiento en Colombia, México y Brasil.

Andrés Ramírez, miembro del equipo fundador de Tul. Foto: Tul.

“Tenemos módulos que nos permiten ser eficientes para entregar en cuestión de horas a clientes un producto tan difícil de maniobrar como puede ser un tanque de agua, optimizar rutas de transporte, establecer precios en tiempo real y entender información de comportamiento de mercado que hasta hace poco era nula”, expresa Andrés Ramírez, miembro del equipo fundador de Tul. “Hacemos más de 4.000 envíos por semana, atendiendo a ferreteros y a profesionales de la construcción dándoles acceso a un portafolio más amplio y trasladándoles eficiencias gracias a nuestra tecnología”.

Existen también en quienes se enfocan en constructoras medianas y pequeñas. Es el caso de la plataforma de suministro de materiales de construcción HippoBuild, que pasó por la aceleradora de startups Y Combinator en Silicon Valley y que desde Colombia desarrolló un software que permite hacer seguimiento a inventarios, a avances de obras, gastos, presupuestos y plan de proyecto.

Mads Petersen, cofundador y CEO de HippoBuild. Foto: HippoBuild.

“Queremos ayudarles a lograr un mejor control”, sostiene el cofundador y CEO de HippoBuild Mads Petersen. “Los constructores suelen experimentar pérdidas de material de hasta un 20% antes de que la construcción siquiera comience y muchas veces pagan por 100 horas de trabajo pero reciben un trabajo efectivo que queda significativamente por debajo de esta cifra. Nuestro software les proporciona herramientas para gestionar eficazmente estos números y utilizamos nuestros datos y alcance para negociar mejores precios en materiales de construcción”.

Shirlhey Sánchez, directora ejecutiva de Colombia Proptech. Foto: Colombia Proptech.

Gigantes del sector como Amarilo, Ar Construcciones y Conconcreto, tienen estrategias de innovación abierta para colaborar con empresas emergentes de base tecnológica. “Hay una evolución inminente que viene desde la pandemia, en la que desde la constructora más grande hasta la más pequeña tiene un interés marcado en la tecnología, esa compatibilidad hace que la empresa tradicional busque soluciones en pro de la productividad”, resalta Shirlhey Sánchez, de Colombia Proptech.

De hecho, de Conconcreto salió como un intraemprendimiento la plataforma Bimbau, un mercado en línea con una librería BIM, que el año pasado llegó a tener 890 procesos activos y mover más de $8 billones en transacciones. Uno de sus creadores, Juan Alejandro Saldarriaga, ahora ha emprendido en 360Lateral una firma de consultoría en la que pretende ayudar a constructoras a implementar este tipo de tecnologías. “La intención al final es que esto se conecte con Bimbau, que las empresas que logren mayor madurez, se integren”, señala.

Emprendedores en Colombia han dado también luz a compañías como Spybee, un software para documentación y gestión de obras; Gerpro, que tiene plataformas para evaluar lotes y de análisis financiero de proyectos inmobiliarios y Suplio, que vende materiales financiados.

Así mismo, están quienes han desarrollado tecnologías patentadas. Zilper Trenchless tiene una máquina que instala o reemplaza tuberías subterráneas sin necesidad de cavar una zanja y Glasst, respaldada por Conconcreto y Pintuco, que desarrolla materiales sostenibles para la construcción como un protector universal y un desmoldante para concreto.

Entre tanto, los inversionistas que financian este tipo de apuestas, observan que algo a lo que pueden contribuir emprendedores en la industria de la construcción es en la necesidad de implementar estrategias de descarbonización para cumplir con los objetivos de emisiones netas cero y reducir la huella de carbono de la industria.

“Esto se está abordando mediante la tecnología de captura, utilización y almacenamiento de carbono, el uso de combustibles alternativos y modelos de negocio circulares”, explica Gonzalo Galindo, jefe de Cemex Ventures, el brazo de capital de riesgo e innovación abierta de Cemex. “Existe un cambio observable en la industria de la construcción como resultado de la proliferación de nuevas empresas de ‘contech’, pero todavía existe una adopción lenta de sus tecnologías y modelos de negocio emergentes”.

Para Galindo, otro desafío es la escasa comunicación y coordinación entre las diferentes partes de la cadena de valor de la construcción y la baja productividad de los proyectos.

A medida que el sector constructor siga enfrentando sus propios retos, la adopción de tecnologías que provienen de emprendedores y las estrategias de innovación abierta pueden terminar siendo una ventaja que aún no está explorada en su máximo potencial.  

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