Giovanni Stella, gerente de Google en Colombia, comentó a Forbes que las empresas que no desarrollen habilidades con inteligencia artificial 'corren riesgos de quedarse bastante atrás'.
Si hay algo que ha quedado demostrado en los últimos meses es que Google es una compañía de inteligencia artificial (IA). Aunque es una tecnología que ha estado presente en muchos de sus productos, ha sido más palpable para los usuarios con los lanzamientos del bot conversacional Bard y del modelo de IA más orientado a empresas Palm2.
“Estamos trabajando muy de la mano de las empresas de todos los tamaños muy enfocados en sacar provecho a la revolución digital de la inteligencia artificial”, dijo desde Andicom en Cartagena Giovanni Stella, gerente de Google para Colombia, Centroamérica y el Caribe. “Hay muchos casos de uso de IA en el país de diferente complejidad, con todo el abanico de herramientas de Google que tienen incorporada IA, están las herramientas para usuarios, las integraciones que nos hacen la vida más fácil, desde la posibiilidad de hablar con el buscador hasta la posibilidad de recuperar imágenes en Google Fotos. Están las herramientas publicitarias y después casos más avanzados con empresas”.
Alphabet, la casa matriz de Google, desarrolla en Palmira (Valle del Cauca), el proyecto Mineral, que aplica ventajas de la IA para la agricultura. Con distintas herramientas, analizan más de 36.000 variedades de frijoles para llegar a una versión mejorarda de algunas de esas variedades, para que sean resistentes a situaciones climáticas adversas.
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Así mismo, la compañía ha puesto en marcha un programa de 12.500 becas para fomentar la educación digital en el país a las que han sumado 4.000 becas para apoyar la formación en ciberseguridad de jóvenes, en alianza con el Ministerio de las TIC.
“En Google la idea de fondo es que la IA tiene que ser beneficiosa para toda la sociedad, segura, responsable con la sociedad, tiene que evitar crear o reforzar sesgos injustos, incorporar principios de diseño de privacidad y tiene que ser académicamente rigurosa”, sostiene Stella. “Por eso todavía decimos que Bard es un experimento, en todo lo que estamos desarrollando incorporamos nuestros principios éticos”.
Mientras que OpenAI sigue desarrollando herramientas como ChatGPT, y gigantes como Amazon Web Services y Oracle generan alianzas con startups como Cohere, en Google creen que tienen un abanico de herramientas fuerte para competir en el ecosistema de inteligencia artificial generativa, que es la que permite que las máquinas generen nuevo contenido como texto, imágenes o audio a partir de entrenamientos con grandes cantidades de información. Este año, Google se fusionó con DeepMind, una compañía de IA con sede en Londres que adquirió en 2014.
“Es necesario, es imperativo, empezar a invertir en IA o por lo menos entender la IA, porque en el tiempo se va a convertir un diferenciador enorme. Habrá empresas que saben usarla y otras que no. Las empresas que no desarrollen esas habilidades, son empresas que corren riesgos de quedarse bastante atrás. La diferencia de resultados y en eficiencias va a ser bastante impresionante”, concretó Stella.
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