La lógica detrás de esto, es bastante directa ya que demuestra un nivel de control sobre el endeudamiento necesario para mantener unas finanzas públicas sostenibles en el largo plazo.

En medio de todo el ruido y polémica que han generado los comentarios del director del DNP Jorge Iván González de “flexibilizar” la regla fiscal teniendo en cuenta el gasto asociado a la política de transición energética, creo que vale la pena entender por qué existen este tipo de medidas no solo en Colombia sino en el mundo y cual es la lógica que buscan.

Lo primero que hay que tener claro en esta discusión es que la regla fiscal es un límite sobre el nivel del balance del gobierno nacional central que está soportada en la ley 1473 de 2011 y de acuerdo al ente que le hace seguimiento, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), busca “garantizar la sostenibilidad de largo plazo de las finanzas públicas y contribuir a la estabilidad macroeconómica del país.”

Específicamente, el objetivo de la regla es asegurar que la deuda neta no supere el 71% del PIB entendiéndola como la deuda total de gobierno nacional menos sus activos financieros, pero para poder lograr cumplir esto el gobierno se compromete anualmente a respetar un límite de déficit total. Dicho límite lo publica el Ministerio de Hacienda en un documento anual llamado el Marco Fiscal de Mediano Plazo que estableció que este valor es de 4.3% del PIB para este año y de 4.5% para el siguiente.

¿Pero por qué la regla fiscal?

Más allá de la especificidad técnica de la regla quiero centrarme más en por que existe y la importancia que tiene. La lógica detrás de esto, es bastante directa ya que demuestra un nivel de control sobre el endeudamiento necesario para mantener unas finanzas públicas sostenibles en el largo plazo. Imagínense si ustedes en sus finanzas personales o familiares se endeudaran sin límite, pues llegaría un punto en que no podrían mantener ese ritmo con sus ingresos y de la misma forma les pasa a los gobiernos.

Pero esta discusión no se da solo a nivel local, en mi columna de mayo de este año titulada, “El problema del techo de deuda en Estados Unidos” les explicaba como en ese momento el gobierno de Joe Biden, que tiene nivel de deuda promedio de 120% del PIB, se vio obligado a una negociación con su congreso para tatar de aumentar el límite de endeudamiento. Esta medida es la versión de ese país de nuestra regla fiscal y eventualmente llevó a Fitch ratings a reducir su calificación en agosto.

Es precisamente en este contexto de percepción de riesgo de incumplimiento del gobierno donde se ve la implicación más directa de no tener o cumplir con normas claras en nivel de endeudamiento fiscal pues como ustedes saben entre más riesgosos nos veamos, tendremos que comprometernos a pagar mayores intereses por el dinero que nos presten, lo que comprometería aún más la estabilidad del presupuesto. Así que bienvenidas las revisiones de la regla fiscal, pero si se quiere modificar es importante que sea de tal forma que se refuerce la imagen de solidez del país y no que se deteriore.

Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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