El ruido que generan la polarización política y las narrativas de cada actor, hacen que la discusión sobre la situación económica sea más compleja.

La semana anterior tuve una interesante discusión donde, si bien estábamos personas del mercado, mucho se centró alrededor de la dificultad de poder analizar temas debido al ruido que generan en gran medida la polarización política y las narrativas que se manejan desde cada esquina, lo cual se había exacerbado en las elecciones regionales. Lo que es interesante notar en este aspecto es que este no es un problema exclusivamente local, es más ni siquiera solamente de los emergentes, sino que tal vez es un hecho que vemos con mayor frecuencia en el mundo. Por eso en esta columna esta vez quiero hacer una reflexión personal al respecto.

Adicionalmente a esto, cuando las narrativas se convierten en historias virales que trascienden, terminan por afectar la economía al asociarse a emociones como el miedo que puede modificar las expectativas de las personas y por tanto sus decisiones de consumo e inversión como lo menciona en su libro Narrative Economics el nobel de economía Robert J Shiller. Por ejemplo, el efecto excesivo de los comunicados y declaraciones que Jerome Powell el presidente de la Reserva Federal tiene sobre el mercado se da porque estamos inmersos en una narrativa de aumentos de tasas y control de inflación, por lo que cada comentario será visto por los inversionistas a través de este lente.

Este creo es un punto interesante de partida de la discusión ya que hay que aprender a entender como el ruido excesivo que percibimos genera una narrativa emocional que lleva en algunos casos a que no veamos claramente lo que en verdad está sucediendo. Por lo que para mí el tema no es evitar la narrativa sino irse más atrás y ¿Cómo ver más allá del ruido? Entendiendo ese ruido como el trigger o detonante de esas narrativas que nos pueden guiar a conclusiones erradas.

Cómo analista y profesor, lamento decirles que este es un trabajo difícil y nada garantiza un 100% de éxito, pero creo que sin lugar a duda es mi responsabilidad intentarlo para cada columna, conferencia y curso que dicto ya que tener diferentes audiencias lleva a que se pueda ser una fuerza multiplicadora, bien sea del ruido o de la información.

En este sentido el primer paso debe ser siempre tratar de entender cuales son las razones que generaron esa narrativa particular y a que tipo de emociones e interés podría estar asociada, lo que permite evaluar los datos desde otro punto de vista sin entrar con prejuicios buenos o malos al respecto. Esto lleva a otro de los temas que surgió en la discusión que les mencioné arriba y es la importancia de hablar con cifras y no solo dar opiniones.

Al final del día para mí, se vuele un ejercicio de escuchar y tratar de entender el por que esas historias se vuelven virales, no calificarlas si son buenas o malas, ni siquiera si estoy o no de acuerdo y una vez establezco eso buscar información relevante e ir construyendo mi visión. ¿Difícil? En extremo ¿100% efectivo? Tal vez no, pero es la búsqueda constante de encontrar las fuerzas detrás de las decisiones para poder entender mejor los fenómenos lo que debería mover la discusión. Se que esta vez me puse un poco filosófico y lo cierto es que no tengo todas las respuestas, pero espero esta reflexión sea útil para ustedes.

Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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