Por ser un commodity, el oro es un indicador de los comportamientos del mercado y percepciones de riesgo de los inversionistas. Según esto, ¿cuál ha sido su comportamiento reciente?
El oro es un activo muy versátil, bien sea que se puede ver como un commodity utilizado para procesos asociados con joyería o algunos diseños de chips entre otros, o como un activo refugio en los mercados financieros. Es precisamente por esta última cualidad que se convierte en una señal del comportamiento de percepción de riesgo de los inversionistas, especialmente para el geopolítico ya que, ante eventos de mayor incertidumbre, su demanda aumenta y el precio sube. Por esto en esta columna les mostraré precisamente cómo ha reaccionado en los últimos años a este tipo de eventos y como puede leerse el comportamiento de su precio como un proxi de la lectura del mercado a este respecto.
El grafico de los últimos cinco años es un claro ejemplo de lo mencionado anteriormente, donde en el caso de la pandemia entre el 20 de marzo y el 10 de agosto de 2020 su cotización aumentó 37.4% llegando por primera vez desde que se negocia en bolsa a superar los $2.000 dólares por onza troy. Luego, este impacto es también relevante ante dos nuevos hechos, esta vez desde el punto geopolítico, la invasión rusa de Ucrania que marcó otro pico y con un aumento de 7.12% llevó la cotización a $2.043 el 8 de marzo de 2022 y recientemente el ataque de Hammas a Israel cuando creció 14.08% y volvió a cotizarse por encima de $2.000.

Un elemento interesante de ver en el gráfico, es que desde la pandemia el nivel general de cotización del oro se ha mantenido por encima de $1.600 dólares, esto implica que llevamos los últimos 3 o 4 años en un escenario donde en general hay una mayor percepción de riesgo e incertidumbre que no han dejado a la cotización a retornar a escenarios históricamente menores como el de 2015 y 2016 cuando fluctuaba entre $1.000 y $1.300 dólares por onza troy. ¿Esto implica que ahora vivimos en un mundo más riesgoso que hace diez años? No necesariamente, aunque es posible que el choque en los precios proveniente de la pandemia y la llegada a máximos históricos haya afectado la cotización del oro y ha llevado que el rango entre $1.600 y $2.000 sea su nuevo comportamiento normal.
Por supuesto no se puede negar que los eventos geopolíticos actuales que no se resuelven y en algunos casos escalan, cómo el caso del medio oriente, donde nuevos eventos como los ataques de las milicias Hutíes en el mar rojo han aumentado la demanda por oro ante el temor de un mayor contagio de las tensiones en la región. Así como los que vienen, por ejemplo, elecciones en Estados Unidos en noviembre, seguirán siendo factores determinantes en seguir estableciéndolo como refugio. Lo anterior sumado a la creciente demanda de diferentes bancos centrales que buscan reducir sus reservas internacionales en dólares dándole mayor participación a este metal ha influido en el aumento de precio del metal. De acuerdo con cifras del portal Visual Capitalist entre 1999 y 2021 Rusia y China aumentaron sus reservas en oro 28% y 23% respectivamente. Esto hace que sean el quinto y sexto país con mayores reservas después de Estados Unidos, Alemania, Italia y Francia.
Por lo que se ve, la gran fuerza determinante seguirá siendo los eventos geopolíticos y como sea su desenlace haciendo que la búsqueda de refugio siga siendo una estrategia de los inversionistas donde el primer destino será por supuesto el oro, por lo que no se ve una expectativa de descenso en su precio al menos en el corto plazo.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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