La incertidumbre está aumentando, especialmente considerando que los dos candidatos presentan enfoques muy distintos en casi todos los temas. ¿Qué esperar de estas elecciones?

El próximo 5 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y a la fecha de publicación de esta columna, faltan apenas 5 días para saber quién será el próximo presidente o presidenta de ese país. Este cargo tiene una influencia significativa, no solo en el ámbito nacional, sino también a nivel regional y global. Por ello, y dada la competitividad de la carrera electoral este año, me gustaría compartir un análisis desde Gandini Análisis.

La elección presidencial en Estados Unidos difiere de las elecciones más familiares en otros países, que se basan en el voto popular. En este caso, se realiza a través de un colegio electoral, donde cada estado tiene un número determinado de electores. Cada estado tiene al menos dos electores, reflejando el número de senadores, y los demás se asignan según el número de representantes en la Cámara. Esto significa que no todos los estados tienen el mismo peso electoral; por ejemplo, Texas (TX) cuenta con 40 electores, mientras que Oregón (OR) tiene menos. El presidente es elegido con al menos 270 de estos votos, lo que no necesariamente refleja la mayoría del voto popular.

Por si fuera poco la carrera electoral de este año ha tenido varios cambios. Inicialmente, Donald Trump representaba al Partido Republicano y Joe Biden al Partido Demócrata. Sin embargo, tras el primer debate y una baja atracción de votos, Biden renunció a su candidatura el 21 de julio en favor de su vicepresidenta, Kamala Harris. Según el portal 270towin, al 21 de julio, Biden contaba con 182 votos proyectados frente a 246 de Trump. Sin embargo, al 25 de octubre, la proyección ha cambiado a 226 para Harris y 219 para Trump, lo que, aunque es un cambio notable, no ofrece un claro ganador.

Imagen tomada del portal 270towin

La incertidumbre está aumentando, especialmente considerando que los dos candidatos presentan enfoques muy distintos en casi todos los temas. Por ejemplo, Harris busca aumentar el impuesto corporativo, mientras que Trump quiere retomar el plan de recortes fiscales de su anterior mandato.

Desde Gandini Análisis, he revisado especialmente el tema de la política exterior, ya que el contexto geopolítico mundial ha cambiado y se ha vuelto aún más complejo desde la última administración de Trump. El próximo presidente o presidenta enfrentará dos conflictos activos: la invasión rusa de Ucrania, que en febrero cumplirá tres años, y el creciente conflicto en Medio Oriente, centrado en Israel, sin olvidar las tensas relaciones con una China que busca expandir su influencia global.

Harris ha mostrado en sus discursos una tendencia a continuar con el enfoque de la actual administración, adoptando una filosofía de colaboración con aliados. Su apoyo a Ucrania ha sido claro en términos de armamento y recursos, mientras que su postura respecto a Israel ha sido de apoyo, pero también de búsqueda de desescalamiento, especialmente en lo relacionado con Irán. En cuanto a China, el conflicto se centra no solo en el ámbito comercial, sino también en el control de su expansión en el mar del Sur.

Por otro lado, Trump es conocido por ser más errático y explosivo en sus mensajes. Dos acciones de su administración anterior pueden influir en su enfoque hacia Medio Oriente: la anulación del acuerdo nuclear con Irán y el reconocimiento de la soberanía israelí en los Altos del Golán, lo que podría indicar una postura más contundente en el conflicto actual en favor de Israel. Respecto a Ucrania, su cercanía con Putin y algunas de sus declaraciones sugieren que podría buscar una salida negociada, lo que, según algunos expertos, podría fortalecer a Rusia. En relación con China, parece que su estrategia seguirá siendo la misma que durante su mandato, con altos aranceles para restringir el ingreso de mercancías.

A estas alturas, cualquier candidato podría ganar, y predecir los resultados de las elecciones siempre es complejo. Sin embargo, lo que suceda el 5 de noviembre tendrá repercusiones a nivel global y obligará a inversionistas, mercados y países a revaluar sus opciones.

Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia

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