La gimnasia financiera, que consiste en empezar a mover de un lado al otro préstamos para amortiguar deuda, puede llevarlo a tener un mal año. ¿Qué hacer si cayó en los excesos de gasto?
En el último trimestre de cada año llegan fechas importantes, grandes celebraciones que activan el gasto de los hogares, marca la partida Halloween, es la víspera del día de “todos los santos”, fecha especial en la que disfrutan los niños con eventos coloridos, la alegría del disfraz unos haciendo gala a los personajes del momento y otros a los tradicionales, predomina la variedad de deliciosos dulces, en familia con recorridos a parques y centros comerciales, para los adultos esta fecha se sella con grandes rumbas de disfraces.
Luego siguen dos puentes en noviembre, en la primera y segunda semana del mes, el primero “día de todos los santos”, seguido de la “independencia de Cartagena”, fechas que muchas familias salen a disfrutar de unos cortos días de descanso o el primero o el segundo y a medida que avanza el cierre del año cuyo remate es el mes diciembre se acrecienta más el gasto familiar, para unos los grados del colegio de sus hijos, el infaltable “prom” o baile estudiantil más el viaje con sus compañeros de grado 11, le figuró a los padres atender económicamente para su hijo una aventura internacional, ni de fundas nacional, no puede fallar, sigue avanzando el mes con el día de la velitas, tradición familiar víspera de la “Inmaculada concepción” y fecha de partida de la temporada navideña, con ofertas previas desde octubre que hacen los establecimientos, se prenden las luces navideñas en los hogares y se acompañan con las primeras comuniones.
Todo es celebración y con el gasto detrás y acechando, las tarjetas de crédito comienzan su festín, la banca otorgando plásticos a diestra y siniestra, las billeteras como mínimo con tres plásticos de diferente entidad financiera, todos felices con cupos extraordinarios y por si las moscas les otorgan un súper cupo de crédito rotativo, hay para todo y para todos, lo que se necesite está resuelto, con un solo contacto en el datafono del establecimiento y listo, “ahí miramos qué se hace mija no se afane, Dios proveerá”.
Avanzamos en el cierre del año con las novenas, reuniones, son verdaderamente momentos de unión familiar, de reflexión, agradecimiento y de regocijo. Los centros comerciales felices, no se cambian por nadie, atestados de visitantes comprando los regalos de navidad, la ropa de la familia impajaritable, es tradición el estrene de la pinta del 24 y la del 31 incluyendo el color amarillo. La cena navideña, para algunos el pavo, otros lechona o el plato frio o el sancocho y los deliciosos tamales para el desayuno, las uvas verdes.
No solo se nos sube el gasto, se nos sube también unos kilos de más que prometemos reducir a partir de enero, promesa incumplida, rematamos el año con el viaje de vacaciones, “para eso me fregué todo el año, es lo mínimo que nos merecemos”. Tiquetes aéreos, terrestres o en el carro, hoteles o alojamientos que se consiguen en la plataforma de moda, alimentación, cenas y rumbas nocturnas agotando los días que quedan para cerrar el año y dando la bienvenida al nuevo terminando los festejos el ultimo puente de reyes.
Todo fue una fiesta, que alegría, de regreso a casa dentro un carro, en bus Pulman y como mínimo 8 horas de trayecto, los bolsillos secos, las vías no dan abasto y en otros casos en vuelos nacionales o internacionales.
Al fin llegan, aterrizando al mundo real, preparados para lo que se nos viene encima en el nuevo año, nos da susto mirar los extractos de las tarjetas cuando lleguen al mail. “No importa yo sé que puedo”. De ñapa se abre el año con los colegios, útiles escolares, uniformes, la pensión, el curso de piano, de violín, natación más la universidad del hijo mayor, para las familias que ahorraron para amortiguar el gasto, muy bien, avanzan sin contratiempos económicos.
Para los que le dieron rienda suelta al crédito les comienza un año con zozobra, con estrés, activan la gimnasia bancaria, con el cupo de una tarjeta de crédito pagan la cuota de otra, con el cupo de crédito rotativo pagan las cuotas de los otras tarjetas y así avanzan sin percatarse que su endeudamiento está creciendo como espuma y pagando los intereses más altos, hasta que llegan al tope de su capacidad financiera, no hay como atender las cuotas, los cupos están llenos y no hay forma de continuar con la gimnasia financiera, el banco inicia su tarea de recaudo, que bien lo hace, tengan presente que por unos pocos días de mora le cobran honorarios, estrategia para generar más ingresos, agravándole más su deuda y las altas tasas de interés como un taxímetro.
Seguido le ofrecen un plan de ayuda, es la típica reestructuración, les toca, se esclavizan por más tiempo, los tienen en sus manos, los cupos se congelan, sus deudas pasan a más largo plazo incrementando considerablemente su valor por intereses de mora acumulados más los famosos honorarios, los pagos mensuales que realiza, una porción importante se va a intereses y la pequeña porción que queda se va a capital, es la razón de que su deuda baja muy poco.
Tengan cuidado familias, el comercio estratégicamente a través de la publicidad sea en radio, televisión y los canales digitales, aprovechan las festividades para impulsarlos al gasto, saben tocar su corazón, compre en diciembre y pague en marzo, el viejo truco.
Con todo lo anterior se aprecian dos escenarios, una familia que planifica el gasto, ahorra y se compromete hasta donde sus ingresos lo permite, la otra se descarrila acudiendo al uso desaforado y peligroso de sus cupos con el sistema financiero, sin prever que en un corto plazo al no tener los ingresos suficientes para atender el endeudamiento afectara la calidad de vida de su familia y la estabilidad económica por un buen tiempo, no caiga en ese escenario, se le convierte en un infierno, evítelo, el ahorro es la base estructural de las familias, planifique, este 2025 se viene con toda, con un incremento del costo de vida, empezaron con los peajes, crecen por encima del 30%, honre sus limitaciones, no deje sus ingresos en el bolsillo de quien lo financia, evite tener plata de bolsillo, se desaparece en un abrir y cerrar de ojos, hágale el quite a las compras por impulso e innecesarias, priorice y vera rápidamente como rinde su caja, su esfuerzo económico le dará los mejores frutos, su tranquilidad y la de su familia no tiene precio.
Por: Wilson Triana*
*El autor es experto y consultor en banca y seguros.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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