Aunque en las últimas semanas hemos sido testigos de una mayor volatilidad en los mercados y la calificación crediticia de Colombia está bajo perspectiva negativa por la sostenibilidad fiscal, también existen razones para un escenario optimista respecto al crecimiento económico en los próximos dos años. ¿Por qué?
A pesar de los recientes eventos, el Colcap, índice de la Bolsa de Valores de Colombia, ha experimentado un notable aumento del 8,81% entre el 20 y el 29 de enero, como se puede observar en el gráfico. Este crecimiento representa un repunte significativo frente a la tendencia que hemos visto desde marzo de 2024. En esta columna, me he tomado el tiempo de analizar qué está sucediendo en el mercado local que ha permitido no solo esquivar los efectos del enfrentamiento entre Donald Trump y Gustavo Petro, sino también experimentar un crecimiento destacado.
Existen dos factores principales a considerar: el primero está relacionado con el comportamiento general del mercado y las medidas que lo afectan, mientras que el segundo se enfoca en el principal emisor del índice, Bancolombia, que es, de lejos, el mayor participante en la canasta del Colcap y una de las acciones más demandadas por los inversionistas.
Desde una perspectiva de mercado, es importante señalar que la resolución del conflicto entre Donald Trump y Gustavo Petro tiene gran relevancia, ya que sugiere que Colombia cedió en ciertos aspectos. Esto genera la percepción de un revés para el gobierno actual y, en medio de esta situación, una posible reducción del capital político para impulsar más reformas estructurales. A este contexto se suma una decisión clave tomada el 23 de enero por parte de S&P, que mantuvo la calificación crediticia de Colombia en BB+ para moneda extranjera y BBB- para moneda local, resaltando la estabilidad de sus instituciones y democracia, así como la división de poderes, lo que contribuye a sostener políticas económicas a largo plazo.
Este hecho se produjo en un momento en que las políticas arancelarias de Donald Trump aún no se habían implementado, lo que generó un ambiente más optimista y tranquilo para los mercados emergentes, al menos hasta esa fecha.

Por otro lado, es crucial destacar que Bancolombia tiene un peso significativo dentro del Colcap, con un 33% combinado de sus acciones preferenciales y ordinarias. Esto significa que cualquier noticia relacionada con el banco tiene un impacto considerable en el comportamiento del índice. Además, al tener ADRs que se negocian en la bolsa de Nueva York, el desempeño de Bancolombia también refleja el apetito de los inversionistas internacionales. Precisamente, en el mismo periodo que el Colcap, el precio de sus acciones aumentó un 25.35%, debido a que el 28 de enero Morgan Stanley elevó su precio objetivo de US$40 a US$53.
Este ajuste en el precio objetivo se basa en la expectativa de que el banco pueda aprovechar las mejores condiciones macroeconómicas en Colombia en los próximos dos años, impulsadas por la reducción de las tasas de interés y un mayor consumo que fomente la demanda de crédito. Morgan Stanley prevé un crecimiento económico de Colombia del 2.2% en 2025 y del 2.8% en 2026.
Aunque en las últimas semanas hemos sido testigos de una mayor volatilidad en los mercados y la calificación crediticia de Colombia está bajo perspectiva negativa por la sostenibilidad fiscal, también existen razones para un escenario optimista respecto al crecimiento económico en los próximos dos años. Será clave seguir de cerca cómo las empresas podrán aprovechar este entorno y cómo se reflejará en el precio de sus acciones.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
Lea también: La batalla por la inteligencia artificial