El alto precio del oro, que se acerca a los US$3.000, no es solo resultado de las medidas de Donald Trump, sino de una tendencia que se teje desde hace cinco años. ¿Por qué?

A inicios de esta semana, el oro alcanzó los US$2.940 por onza, acercándose cada vez más al nivel de los US$3.000, en medio de una combinación de medidas arancelarias y políticas internacionales del presidente Donald Trump que han aumentado la incertidumbre y la percepción de riesgo en los mercados. Sin embargo, este alto nivel de cotización del metal no es solo resultado de lo que sucede en la Casa Blanca, sino que refleja una tendencia en desarrollo desde hace al menos cinco años.

Al analizar el comportamiento del precio del oro en los últimos cinco años, podemos observar cómo han surgido diversos eventos geopolíticos que han incrementado la demanda del metal como un activo de cobertura en los portafolios de inversión. En el gráfico de precios, se nota cómo el crecimiento se acelera a medida que el tiempo avanza, acumulando los impactos de estos eventos, muchos de los cuales siguen sin resolverse, como el conflicto en Ucrania o los problemas en el Medio Oriente. Si revisamos los crecimientos anuales, después de la pandemia, que registró un aumento del 24%, el precio tendió a estabilizarse alrededor de los US$1.830 por onza. Sin embargo, a partir de 2022, el crecimiento se aceleró: un 12,9% en 2023 y un 29% en 2024.

Gráfico: elaboración propia. Datos: Investing.

En lo que va de 2025, se suma el efecto Trump, y ya se ha registrado un aumento del 9% en poco más de un mes, acercándose a los US$3.000 por onza, impulsado por un nuevo aumento en los aranceles de 25% sobre las importaciones de aluminio y acero.

Sin embargo, más allá de estos eventos puntuales, existe una tendencia subyacente que ha mantenido el precio del oro al alza. Según información publicada por el portal Xetra Gold, el Banco Central de la India cuadruplicó sus compras de oro en los primeros tres trimestres de 2024, alcanzando un récord de 77 toneladas, seguido por Turquía con 72 y Polonia con 69 toneladas. Estos países se suman a la tendencia de rebalancear sus reservas, una estrategia que ha estado llevando a cabo China desde 2022.

De hecho, según datos del World Gold Council, desde ese año hasta noviembre de 2024, el saldo neto entre compras y ventas ha sido positivo, salvo en el primer y segundo trimestre de 2023. Esto refleja una mayor presión sobre la demanda, lo que ha sido un factor fundamental para mantener los precios al alza. Esta tendencia responde a una estrategia para reducir la influencia del dólar como moneda de reserva, especialmente en casos como el de China, que se ha visto enfrentado con Estados Unidos en disputas comerciales.

En cuanto a mi expectativa, es lógico pensar que la llegada de Donald Trump tiene un impacto transversal en los conflictos geopolíticos y que su enfoque para resolverlos podría generar aún más incertidumbre, como ha ocurrido recientemente con su postura sobre la franja de Gaza. A esto debemos sumar sus políticas arancelarias, negociaciones comerciales y su interés por mejorar estratégicamente en áreas como Groenlandia y el Canal de Panamá. No es descabellado esperar que el rally del oro continúe, siempre y cuando no se vea detenido por la fortaleza del dólar. Como siempre, Trump es un factor impredecible, y su papel será crucial en el comportamiento futuro del oro.

Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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