El cambio más drástico de los mercados ha sido el crecimiento acelerado del índice VIX, también conocido como el "índice del miedo". ¿Cómo podría impactar esto a los inversionistas?
El mercado accionario en Estados Unidos ha sufrido una marcada caída desde el pasado 20 de febrero, a medida que Donald Trump ha incrementado los aranceles a varios países. Inició con México, Canadá y China, aplicando tarifas del 25% a los dos primeros y del 10% al tercero.
En el gráfico se observa el impacto de estas medidas: el índice S&P 500 ha caído un 9%, borrando en menos de un mes las ganancias obtenidas desde septiembre del año anterior. Por su parte, el Nasdaq muestra una tendencia similar, pero con una caída aún más pronunciada del 12.2%, reflejando una mayor sensibilidad del sector tecnológico, ya que este índice se compone principalmente de empresas de este sector.
Sin embargo, el cambio más drástico ha sido el crecimiento acelerado del índice VIX, también conocido como el “índice del miedo”. Este indicador mide la volatilidad esperada utilizando un portafolio de opciones financieras sobre el S&P 500 próximas a vencerse. Es decir, refleja cuán inciertas y volátiles se esperan las fluctuaciones del mercado. Mientras el S&P 500 caía un 9%, el VIX aumentó un 71.9%, lo que llama la atención porque, a diferencia de otros episodios de volatilidad, este no ha sido un movimiento puntual, sino una tendencia creciente.

El origen del temor de los mercados
Para comprender mejor esta situación, es importante analizar no solo las decisiones de Donald Trump sobre los aranceles, sino también las respuestas de los países afectados.
Si se imponen aranceles generalizados a un país, los bienes importados desde ese país hacia Estados Unidos se encarecen para los compradores. Gran parte de este impacto se traslada a los precios finales, afectando tanto a consumidores como a empresas. Pero el problema va más allá: muchas de estas importaciones no son bienes de consumo final, sino insumos clave para la producción, como el acero y aluminio de Canadá o componentes tecnológicos de China. Esto no solo eleva los costos de los productos terminados, sino que también interrumpe cadenas de suministro y reduce los márgenes de ganancia de las compañías estadounidenses.
Además, las represalias comerciales de otros países pueden afectar seriamente la dinámica del comercio internacional de Estados Unidos. Por ejemplo, la decisión de China de suspender la compra de soya impacta directamente a los estados agrícolas como Illinois e Iowa. Del mismo modo, un aumento en los precios de hidrocarburos provenientes de México y Canadá elevaría el costo de la gasolina, afectando a la industria del transporte.
¿Qué esperar de los mercados y dónde poner la mirada?
La expectativa en los mercados se ha vuelto más pesimista debido a los posibles efectos de estas políticas en la economía. Factores como una mayor inflación, un deterioro en el mercado laboral y una desaceleración del crecimiento han generado preocupación. En este contexto, Goldman Sachs redujo esta semana su proyección de crecimiento para la economía de Estados Unidos del 2.4% al 1.7%, reflejando en gran medida la visión negativa de los mercados.
Por ello, los datos macroeconómicos relacionados con la producción industrial, el consumo y la confianza del consumidor cobrarán una relevancia aún mayor este año, ya que serán clave para ajustar expectativas y evaluar los verdaderos impactos de las políticas arancelarias de Trump.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
Lea también: ¿Por qué los inversionistas están apostando por bonos del tesoro?