El cobre se ha convertido en protagonista. Recientemente superó la resistencia de los US$10.000 por tonelada métrica en la Bolsa de Metales de Londres, un hito que solo se había alcanzado en 2021. ¿Qué esperar de esta tendencia?

En medio de la creciente incertidumbre generada por los conflictos geopolíticos y, en particular, por la gran cantidad de medidas arancelarias implementadas por Donald Trump, ha surgido una tendencia interesante en el mercado de commodities. Tradicionalmente, metales como el oro y la plata han servido como refugio en tiempos de inestabilidad, pero ahora el protagonismo lo tiene el cobre, que recientemente ha superado la resistencia de los US$10.000 por tonelada métrica en la Bolsa de Metales de Londres. Este hito solo se había alcanzado brevemente a principios de 2021 y en mayo del año pasado, cuando se registró un máximo histórico de US$10.859.

Las fuerzas detrás del rally

El mercado del cobre ha experimentado una reducción en su oferta debido a la disminución de inversiones en producción y a la caída en la capacidad de refinación. Sin embargo, la demanda ha aumentado significativamente, impulsada por cuatro factores clave: la expansión de la inteligencia artificial, el crecimiento en las ventas de vehículos eléctricos, la transición energética y un inesperado resurgimiento económico en China. Aunque el cobre ha sido históricamente un insumo esencial en la industrialización, su uso se ha intensificado con la adopción de nuevas tecnologías ecológicas, como turbinas y vehículos eléctricos, lo que genera una mayor presión sobre su precio a medida que estas tecnologías se masifican.

China, un factor clave

En el caso de China, su economía cerró 2024 con un crecimiento del 5,4%, superando las expectativas del mercado, que preveía un 5,0%. Además, el gobierno chino ha fijado un objetivo de crecimiento del 5,0% para 2025, acompañado de un plan de estímulos fiscales destinado a impulsar el consumo y la producción industrial. Estos factores han sido otro catalizador para el alza en los precios del cobre. De hecho, la producción industrial china ha sorprendido positivamente en los últimos meses, con incrementos del 6,2% en diciembre y 5,9% en febrero.

Gráfico: elaboración propia. Datos: Investing.

Si a este contexto se le suman posibles aranceles —que, aunque Trump no ha anunciado explícitamente para el cobre, siguen siendo una posibilidad real—, el mercado ya ha comenzado a descontar estos riesgos, impulsando aún más el precio del metal. Además, las fuerzas estructurales que han estado elevando su valor no parecen debilitarse; por el contrario, todo apunta a que se intensificarán, lo que podría traducirse en un año de precios elevados. Esta situación no solo beneficiaría a los países productores, sino también a las compañías mineras dedicadas a la exploración, refinación y comercialización del cobre. La gran incógnita por resolver es: ¿cómo afectaría al mercado un eventual aumento de aranceles y cuál sería su impacto real?

Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.

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