El aumento de la producción y el temor a una recesión desencadenado por el incremento de los aranceles de Trump han llevado al petróleo a una situación compleja. ¿Qué esperar?
Después de haber experimentado importantes niveles de crecimiento, el petróleo de referencia Brent se había mantenido en un rango entre US$70 y US$80 por barril, incluso alcanzando un récord de US$127.98 en marzo de 2022, durante el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Sin embargo, el escenario actual es muy diferente: el 8 de abril alcanzó los US$61.68, un nivel no visto desde después de la pandemia, en marzo de 2021.
En esta columna, explico que desde Gandini Análisis veo esto como la combinación de dos factores que están presionando los precios a la baja: el aumento de la producción y el temor a una recesión desencadenado por el incremento de los aranceles tras el “Liberation Day” de Donald Trump.
Guardando las proporciones, este choque de fuerzas recuerda un poco a la caída que ocurrió a principios de 2020, cuando la OPEP inició una guerra de precios al aumentar su producción para hacer caer los precios y afectar negativamente a la industria del shale oil en Estados Unidos. Sin embargo, en medio de esa maniobra, la contracción de la demanda debido a las medidas restrictivas por la pandemia llevó a una caída tan extrema de los precios que la referencia WTI llegó a terrenos negativos.
Aunque lo que está ocurriendo hoy no es tan extremo, sí vale la pena señalar que, desde principios de abril hasta el 8 de abril, la cotización del Brent ha caído un 17.20%, pasando de US$74.49 a US$61.68. Este descenso lo ha acercado, por primera vez en cuatro años, a la barrera de los US$60, como se observa en la parte roja del gráfico de precios. Este movimiento es impulsado nuevamente por el choque entre el aumento de la oferta y las expectativas de una reducción de la demanda.

En cuanto a la oferta, lo que sorprendió fue la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de aumentar su producción de crudo. Algunos países clave de la organización, como Arabia Saudita, Rusia, Irak, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán, acordaron incrementar su producción conjunta en 411,000 barriles diarios, muy por encima de la expectativa del mercado de solo 140,000 barriles. Vale la pena recordar que, debido a una serie de recortes en años anteriores, la OPEP había reducido su producción en 2.2 millones de barriles diarios, por lo que esta decisión refleja su intención de recuperar los niveles previos de producción, lo que aumentaría la oferta de crudo en el mercado mundial. Esta decisión fue tomada el 3 de abril, justo un día después del “Liberation Day”, fecha en la que la administración Trump estableció aumentos de aranceles recíprocos en Estados Unidos. Aunque estos aranceles no incluyen al petróleo crudo, generan el temor de que una guerra comercial cada vez más aguda pueda desencadenar una recesión no solo en Estados Unidos, sino también en China, lo que afectaría la demanda mundial de petróleo.
Por ahora, salvo que la OPEP decida modificar su rumbo, las fuerzas parecen estar alineadas para volver a un escenario de precios bajos del crudo. Los contratos futuros para este y el próximo año muestran niveles alrededor de US$61 por barril. Desde Gandini Análisis seguiré de cerca este mercado, especialmente en cuanto a su conexión con la demanda, y evaluar si el efecto de la recesión se está materializando para poder ajustar las estrategias.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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