Muchos líderes brillantes no están cansados, están atrapados en modo supervivencia. Así es como el burnout silencioso está afectando la toma de decisiones estratégicas. ¿Cómo revertirlo desde la neurociencia y el bienestar ejecutivo?
“Estoy bien, solo un poco cansado”. Esta frase, tan habitual en reuniones directivas y conversaciones entre líderes, encubre mucho más que un simple agotamiento físico. Detrás de esas palabras se esconde un fenómeno silencioso que erosiona lentamente la capacidad estratégica de quienes toman decisiones: el liderazgo en modo supervivencia.
Según datos recientes de Deloitte (2024), el 73% de los líderes sénior experimentan agotamiento emocional crónico, aunque apenas el 21% lo admite públicamente. Esta brecha entre percepción y realidad es crítica: los líderes de alto rendimiento se acostumbran al estrés sostenido, creyendo que operar constantemente en modo de supervivencia es el nuevo estándar para mantener la ventaja competitiva. Pero esto no es resistencia, es desgaste cerebral.
¿Por qué operar en modo supervivencia afecta tu cerebro?
En neurociencia, el ‘modo supervivencia’ se define por la activación sostenida del sistema nervioso simpático: cortisol elevado, amígdala en alerta constante, y una corteza prefrontal (responsable de decisiones estratégicas) debilitada. En pocas palabras, cuando tu cerebro solo busca sobrevivir, deja de liderar. Se enfoca en reaccionar en vez de anticipar, y es incapaz de pensar con claridad en escenarios complejos.
La evidencia es contundente. Una investigación publicada en Harvard Business Review (2024) revela que líderes en burnout crónico toman hasta 60% más decisiones impulsivas y menos innovadoras debido al deterioro de la conectividad neuronal en áreas claves como la corteza prefrontal dorsolateral y la ínsula. Este no es un problema trivial: una decisión tomada desde la fatiga cerebral puede impactar directamente en los resultados financieros y estratégicos de cualquier organización.
2. Neurociencia aplicada: tres estrategias para salir del modo emergencia
La buena noticia es que el cerebro humano tiene la capacidad de cambiar y adaptarse mediante prácticas neurocientíficas aplicadas al liderazgo. Estas son tres estrategias clave utilizadas por altos ejecutivos en organizaciones que lideran la innovación global:
- Regulación neuro-somática antes de decisiones críticas
Expertos en neurociencia, como Andrew Huberman de Stanford, recomiendan activar deliberadamente el sistema nervioso parasimpático mediante respiración nasal profunda y pausas conscientes breves antes de reuniones importantes, tan solo tres minutos de respiración profunda pueden marcar la diferencia. Estas prácticas restauran la claridad mental y reducen significativamente las decisiones impulsivas.
- Mapeo estratégico de tu ritmo ultradiano.
Según estudios recientes del MIT Sloan School of Management (2024), adaptar tu agenda según los momentos del día en los que tu cerebro está naturalmente más alerta—conocidos en neurociencia como ritmos ultradianos (ciclos biológicos que duran aproximadamente 90-120 minutos)—puede aumentar la calidad de las decisiones estratégicas hasta en un 45%. La idea clave aquí es sencilla pero poderosa: no gestionar tiempo, gestionar energía cognitiva.
- Entrenamiento regular en flexibilidad cognitiva
La flexibilidad cognitiva puede entrenarse mediante prácticas como meditación focalizada, journaling ejecutivo y ejercicios de mindfulness o gimnasia cerebral. Una reciente investigación del Center for Healthy Minds (2025) demuestra que estas prácticas aumentan la conectividad neuronal entre áreas asociadas con creatividad, resiliencia emocional y resolución estratégica de problemas.
- Bienestar ejecutivo: de lujo a estrategia corporativa
En pleno 2025, líderes como Satya Nadella (Microsoft) y Julie Sweet (Accenture) ya hablan abiertamente del bienestar mental no como una iniciativa opcional, sino como un eje estratégico central en sus organizaciones. La razón es simple: el bienestar mental ejecutivo es rentable. Según McKinsey (2024), empresas que invierten en la salud mental estratégica de sus líderes reportan hasta un 37% menos rotación ejecutiva y un incremento de hasta 29% en innovación interna.
El nuevo paradigma de liderazgo no es resistir el agotamiento, sino eliminarlo estratégicamente. No se trata solo de «aguantar más» sino de pensar y decidir mejor. Porque, al final, la energía del líder define la energía del equipo y, por ende, la capacidad de innovar, competir y crecer sosteniblemente.
- El liderazgo de alto nivel no es resistencia, es claridad mental
Salir del modo supervivencia requiere valor, visión y nuevas habilidades de neuroliderazgo. Tu cerebro puede ser tu peor enemigo o tu mejor aliado. Depende de ti decidir desde qué lugar vas a liderar.
En la era del conocimiento, liderar bien no significa hacer más cosas, sino hacer las cosas correctas con claridad mental. Porque ningún líder puede dar lo mejor de sí mismo desde el agotamiento constante. Ha llegado el momento de redefinir qué significa realmente alto rendimiento.
¿Tu cerebro está listo para ese desafío?
Por: Blanca Mery Sánchez
*La autora es máster en neurociencia aplicada al alto rendimiento y la felicidad, escritora, conferencista y directora de la compañía Mente Sana.
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