Las decisiones de Trump sobre aranceles recíprocos han traído consecuencias para el mercado mundial. Algunas de ellas las podremos ver a largo plazo. ¿Cuáles son?
Como era de esperarse después del 2 de abril, Donald Trump, con su llamado ‘Liberation day’ y la implementación de una serie de aranceles “recíprocos” sobre todos los socios comerciales de Estados Unidos, ha generado mucho ruido y movimientos en diferentes niveles, desde el geopolítico hasta el financiero. Para poder dimensionar la naturaleza de estas implicaciones, en esta columna quiero tomarme el tiempo de explicar lo que hemos observado desde Gandini Análisis, respecto a los impactos en el corto plazo y lo que podría estar cambiando estructuralmente en el mediano y largo plazo.
Corto plazo: la reacción de los mercados
El primer impacto, y tal vez el lugar donde más rápidamente se transmite ese ruido inicial de las declaraciones, son los mercados financieros, con un gran número de inversionistas tomando decisiones rápidas para ajustarse a cada condición cambiante. La gráfica 1 muestra tres ejemplos claros en el comportamiento de las acciones (índice S&P500), el dólar (a través del índice DXY) y la cotización del oro.

Entre el 1 y el 8 de abril, el índice S&P500 experimentó una caída del 12%, con ventas de acciones impulsadas por el temor a que la implementación de los nuevos aranceles afectara las cadenas de producción de las compañías y, por ende, sus costos y ventas. Si bien el mercado ha recuperado en su mayor parte lo perdido, es importante notar que sigue estando muy sensible a todo lo relacionado con este tema.
Por otro lado, el dólar ha perdido fortaleza internacional, al menos frente a las economías desarrolladas, con una caída del 4,82% en el índice DXY, ubicándolo por debajo de 100, en niveles no vistos desde 2022. Esto refleja otro aspecto de la incertidumbre: esta vez respecto a si la economía estadounidense podría sufrir efectos adversos. Sin embargo, vale la pena destacar que esta debilidad del dólar no se ha transferido completamente a las monedas de América Latina, ya que los niveles de riesgo de los activos en la región, en este contexto, no atraen flujos extranjeros.
Por último, el oro ha sido el gran ganador, ya que precisamente las mismas fuerzas que debilitan al dólar han llevado a los inversionistas a buscar refugio en el metal precioso. Esto ha impulsado su demanda, llevándolo a superar la barrera de los US$3.500 por onza, por primera vez en la historia.
Mediano y largo plazo: el ajuste de la geopolítica y el comercio
Pasando a términos más estructurales, más allá de que el presidente de Estados Unidos haya tomado una medida de semejante magnitud, lo más impactante es cómo esto ha forzado a muchos países a renegociar su relación comercial con ese país, que en realidad parece ser el fin último de las medidas. Esto evidencia el alto nivel de dependencia comercial que muchos países tienen con Estados Unidos, y ese nivel de poder debe tener a más de un gobierno replanteando sus esquemas de importaciones y exportaciones.
En este contexto, modificar la estructura de la balanza comercial de cualquier país toma tiempo, pero no es imposible. Un caso cercano es el de Brasil, que inició en 2010 un proceso para ampliar sus relaciones comerciales con China y que, hoy en día, tiene a ese país como su principal socio comercial, desplazando a Estados Unidos, a diferencia de muchos países de la región. Otros dos casos que vale la pena seguir más adelante, una vez se concreten, son los nuevos acuerdos entre India y el Reino Unido para fortalecer su relación comercial, así como las conversaciones entre Japón, China y Corea del Sur para crear una zona de libre comercio entre ellos, lo que generaría un bloque económico muy relevante en la región de Asia-Pacífico.
Si bien cada día surge nueva información o Donald Trump toma nuevas decisiones respecto a los aranceles, vale la pena seguir revisando no solo las reacciones de los mercados, sino —aún más relevante— cómo los países y compañías se están reacomodando en esta nueva realidad del comercio mundial, y cómo cambiarán estas relaciones en el futuro, considerando su estrecha relación con la influencia geopolítica de los países en sus respectivas regiones.
Por: Gregorio Gandini*
*El autor es fundador de Gandini Análisis, plataforma donde crea contenido de análisis sobre mercados financieros y economía. También es el creador del podcast Gandini Análisis y se desempeña como profesor en diferentes universidades en temas asociados a finanzas y economía.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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