Según Fedesarrollo, no existe ningún evento extraordinario que justifique activar la cláusula de escape de la regla fiscal y que hacerlo encarecerá más el costo de endeudamiento.
El Ministerio de Hacienda está analizando la posibilidad de suspender la regla fiscal, apelando a la llamada ‘cláusula de escape’, que se usa en situaciones excepcionales.
Las posibilidad será evaluada el próximo lunes durante la sesión del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis), aunque se da como un hecho a pesar de la delicada situación fiscal que atraviesa el país.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, dijo que no existe ningún evento extraordinario o que comprometa la estabilidad macroeconómica que justifique activar la cláusula de escape de la regla fiscal.
“La economía crece más, el desempleo es menor y la inflación se está reduciendo paulatinamente. Hacerlo enviaría una pésima señal a los mercados sobre el compromiso del gobierno con la sostenibilidad fiscal, y agravaría la situación al encarecer aún más el costo del endeudamiento. Ojalá el gobierno actúe con responsabilidad y descarte esta mala decisión”, señaló.
En su primera rueda de prensa, el ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas, dijo que llegó para hacer equipo con el presidente, Gustavo Petro, y sacar adelante su programa de gobierno plasmado en el Plan de Desarrollo.
“Soy el ministro de Hacienda de Petro y mantendremos una coordinación. Es decir, no soy su contradictor ni el encargado de controlarlo”, dijo el funcionario, aunque señaló que el presidente es consciente de la situación fiscal.
Un informe del Banco de Bogotá, elaborado por su equipo de Investigaciones Económicas, IE, advierte que, sin ajustes en el gasto o nuevas fuentes de ingreso, el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) podría alcanzar el 7.8% del PIB, $138.8 billones, el mayor de la historia, comparable únicamente con el de la pandemia.
Esta alarmante proyección surge de un faltante en los ingresos estimado en $27 billones y un gasto primario superior al previsto en $21 billones.
Aunque el Plan Financiero de 2025 contemplaba un gasto primario (funcionamiento e inversión) de $332.4 billones con una fuerte subejecución presupuestal, el ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas, reconoció que este monto será revisado al alza en al menos $18 billones.
No obstante, los analistas del banco estiman que el incremento real podría llegar a $21 billones o incluso $49 billones en escenarios de alta ejecución presupuestal similares a los de 2021-2023.
Entre enero y abril de 2025, el gasto primario ya muestra señales de presión, con un promedio mensual de $29 billones, por encima de la meta implícita. Este comportamiento se explica por una ejecución acelerada del rezago presupuestal en enero fuera de $38.1 billones, un máximo histórico.
Sin embargo, una vez la ejecución del rezago moderó, el gasto primario también lo hizo, dice IE. En efecto, el gasto primario se redujo hasta un promedio de $26 billones entre febrero y abril, debajo de la meta del PF.
“Si bien es positivo, pues sugiere que el Gobierno está logrando contener las presiones de gasto, la realidad es que, en el inicio del año, normalmente, las presiones de gasto son inferiores a las del resto del periodo”.
“El Gobierno perdió la vergüenza fiscal’, dijo el ex ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. “Está llamando al Consejo de Política Fiscal a decirle que la regla no va más, que no le interesa la responsabilidad fiscal porque quiere gastar más para influir en las elecciones de 2026, quieren ganar a punta de gasto y contratos de prestación de servicios y no quieren tener restricciones”.
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