Analistas proyectan déficit récord que oscilaría entre 7,4% y 7,8% del PIB, solo visto en pandemia, mientras el mercado reacciona con desconfianza y castiga la deuda pública de Colombia.

El Ministerio de Hacienda presentará el próximo viernes el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), un documento que suele ser importante ya que constituye la hoja de ruta de los Gobiernos en materia fiscal. 

Sin embargo, esta vez pasará a un segundo plano, ya que el pasado jueves 5 trascendió que el Consejo de Política Fiscal, Confis, había avalado la posibilidad de suspender la regla fiscal, apelando a la llamada ‘cláusula de escape’, que se usa en situaciones excepcionales.

El Marco debía ser una actualización del Plan presentado en febrero que contemplaba una meta de déficit fiscal de 5,1% del PIB, que ha sido cuestionada por el mercado y los analistas, ya que sobreestima los ingresos tributarios. A ello se suma la nula voluntad política del Gobierno de hacer un recorte presupuestal, como quedó en evidencia con la salida de Diego Guevara del Ministerio de Hacienda.

De hecho, medios como Caracol radio y Primera Página sostienen que en la reunión de ayer el Confis se ratificó la suspensión de la regla por tres años, sin el aval del Comité de la Regla Fiscal, Carf, cuyos conceptos no son de obligatorio cumplimiento. 

La noticia ha sido mal recibida por el mercado y analistas como el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, que ha dicho que no existe ningún evento extraordinario o que comprometa la estabilidad macroeconómica que justifique activar la cláusula de escape de la regla fiscal. 

“La economía crece más, el desempleo es menor y la inflación se está reduciendo paulatinamente. Hacerlo enviaría una pésima señal a los mercados sobre el compromiso del gobierno con la sostenibilidad fiscal, y agravaría la situación al encarecer aún más el costo del endeudamiento. Ojalá el gobierno actúe con responsabilidad y descarte esta mala decisión”, señaló.

Según un análisis de Corficolombiana, a diferencia de la suspensión realizada entre 2020 y 2022, durante la pandemia, esta vez no existe “un evento extraordinario que comprometa la estabilidad macroeconómica del país” para justificar esta medida, sino un manejo inadecuado de las finanzas públicas.

“El déficit fiscal de este año será mucho más alto que el permitido por la regla fiscal. Si se materializan el aplazamiento de gasto por $12 billones, tras la no aprobación de la Ley de Financiamiento, y el recaudo adicional por el aumento de las tarifas de retención en la fuente (Decreto 0572 de 2025), que estimamos en $9,3 billones, el déficit del Gobierno Nacional Central (GNC) ascenderá a 6,3% del PIB en 2025”, dice Corfi en su reporte. “De lo contrario, podría llegar a 7,4% del PIB y la deuda neta ascendería a un máximo histórico de 63% del PIB”. 

Así, el déficit por financiar este año será entre $26 y $47 billones de pesos (1,4% a 2,5% del PIB) más alto de lo previsto en el Plan Financiero.

Durante mayo, los CDS a 5 años del país (también conocidos como seguros de impago) se cotizaron 102 pbs por encima del promedio de países con calificación BB y 166 pbs por encima del de sus pares en LatAm. Según estimaciones de la entidad, esta incertidumbre le costó al país un pago adicional de intereses de entre $11,9 y $14,7 billones durante el último año.

Sin embargo, un informe del Banco de Bogotá, elaborado por su equipo de Investigaciones Económicas, IE, advierte que, sin ajustes en el gasto o nuevas fuentes de ingreso, el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) podría alcanzar el 7.8% del PIB, $138.8 billones, el mayor de la historia, comparable únicamente con el de la pandemia.

Esta alarmante proyección surge de un faltante en los ingresos estimado en $27 billones y un gasto primario superior al previsto en $21 billones.

Aunque el Plan Financiero de 2025 contemplaba un gasto primario (funcionamiento e inversión) de $332.4 billones con una fuerte subejecución presupuestal, el ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas, reconoció que este monto será revisado al alza en al menos $18 billones. 

No obstante, los analistas del banco estiman que el incremento real podría llegar a $21 billones o incluso $49 billones en escenarios de alta ejecución presupuestal similares a los de 2021-2023.

Entre enero y abril de 2025, el gasto primario ya muestra señales de presión, con un promedio mensual de $29 billones, por encima de la meta implícita. Este comportamiento se explica por una ejecución acelerada del rezago presupuestal en enero fuera de $38.1 billones, un máximo histórico.

Sin embargo, una vez la ejecución del rezago moderó, el gasto primario también lo hizo, dice IE. En efecto, el gasto primario se redujo hasta un promedio de $26 billones entre febrero y abril, debajo de la meta del PF. 

“Si bien es positivo, pues sugiere que el Gobierno está logrando contener las presiones de gasto, la realidad es que, en el inicio del año, normalmente, las presiones de gasto son inferiores a las del resto del periodo”.

“El Gobierno perdió la vergüenza fiscal’, dijo el ex ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. “Está llamando al Consejo de Política Fiscal a decirle que la regla no va más, que no le interesa la responsabilidad fiscal porque quiere gastar más para influir en las elecciones de 2026, quieren ganar a punta de gasto y contratos de prestación de servicios y no quieren tener restricciones”. 

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