Analistas califican los supuestos macroeconómicos del Marco Fiscal de Mediano Plazo 2025 como muy optimistas. En las últimas décadas ninguna tributaria ha logrado recaudar más de $19 billones y la última se hundió en el Congreso.
Aunque el país enfrenta un problema estructural en sus finanzas públicas cuyos orígenes se remontan a la aprobación de la Constitución de 1991, que es generosa en derechos y beneficios sin que el Estado cuente con los ingresos suficientes para financiarlos, con la suspensión de la regla fiscal, Colombia -en palabras de un analista- quedó como un barco a la deriva, sin ancla.
Este viernes fue presentado el Marco Fiscal de Mediano Plazo, MFMP, 2025 que, aunque sincera algunas cifras fiscales, dejó dudas entre los analistas sobre la viabilidad de las proyecciones y las medidas planteadas para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
“El recorte del gasto, necesario e ineludible, se deja al próximo Gobierno, que heredará unas cuentas fiscales en estado crítico y deberá poner en marcha un plan inmediato de ajuste fiscal”, explica Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
Mejía mostró un gráfico que refleja la preocupación central sobre la situación fiscal: una deuda pública que aumentará en 9,6 puntos del PIB —equivalente a 173 billones de pesos— en apenas tres años, en el contexto de una economía que no ha tenido ningún choque interno o externo significativo en ese periodo.

Un análisis del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana pone de presente un tema clave: una nueva reforma tributaria no puede basarse en supuestos económicos y políticos poco realistas.
“Ninguna reforma en las últimas décadas ha logrado recaudar más de $19 billones”, como la que pretende el Gobierno. De hecho, la última Ley de Financiamiento no prosperó en el Senado. Ante ello, los expertos del Observatorio se preguntan: ¿Qué garantías existen de que esta vez sí se logrará un consenso político y técnico suficiente para que una nueva reforma prospere? Y de no lograrlo: ¿cómo quedarán las cuentas?
El análisis también plantea que los supuestos macroeconómicos del Marco de 2025 son muy optimistas, ya que proyecta un crecimiento económico que podría no materializarse en el contexto actual.
“Si este supuesto no se cumple, ¿cómo se ajustarán las cuentas? La experiencia reciente muestra que el crecimiento inferior al estimado ha sido una fuente estructural de incumplimiento fiscal”, dicen y señalan que preocupan los ajustes drásticos en ingresos y gastos.
“El nuevo marco reconoce una caída de $20 billones en ingresos y un aumento de $20 billones en gastos frente al escenario anterior. Aunque este sinceramiento mejora la transparencia, la credibilidad de las cifras sigue en duda si no se explican con mayor profundidad los supuestos que las respaldan”.
En cuanto a la estrategia de endeudamiento, la califican como incierta. “Nos llama la atención que, la reducción en la tasa de interés de la deuda pública dependerá, según el Gobierno, de un cambio en los plazos de vencimiento y otras estrategias novedosas. Pero, ¿son estas estrategias creíbles para los mercados? ¿Qué riesgos implican?”.
José Ignacio López, presidente de Anif, enfatiza que el déficit de 7,1% del PIB podría tener graves consecuencias para el nivel de deuda, y tasas de interés más altas para el sector público y privado.
“Es cierto que el Gobierno heredó grandes retos en materia fiscal, pero su compromiso por la estabilidad macroeconómica pasa por apretarse el cinturón y reducir lo más que pueda el gasto en burocracia”, señaló López que dijo que no se entiende cómo con un problema fiscal tan serio, el gasto de personal del Gobierno aumentaría en 2025, 10 billones de pesos frente a 2024 (27%), alcanzando 47,8 billones de pesos.
Juan Pablo Zárate, ex viceministro de Hacienda, insistió en que las cláusulas de escape -invocada por el Gobierno para suspender la regla por tres años- están hechas para hechos excepcionales como una pandemia o una crisis financiera intempestiva.
“No había ninguna situación excepcional para activar la cláusula”, dijo en un podcast de Corficolombiana, y destacó que los mercados ya están hablando con las elevadas tasas que está pagando el país por la deuda que emite, así como en los seguros de impago (CDS).
“Las tasas que paga Colombia están muy lejos de su calificación, se requiere esfuerzo fiscal gigante para meternos en un camino de solvencia”, dijo al recordar que los TES tasa fija a 10 años pagan una tasa en dólares del 13%, lo que refleja el problema estructural de las finanzas públicas.
Para Zárate, hay que limitar los derechos que ofrece la Constitución en forma razonable, mientras no existan fuentes de ingresos para garantizarlos.
“Hay que empezar por dejar de inventar ingresos y plantear un Presupuesto General razonable para 2026”, dijo el ex viceministro.
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