La evolución de las soluciones tecnológicas disponibles para la recopilación y el análisis de datos representa una ventaja competitiva para las compañías, pero también plantea desafíos para los líderes y sus equipos.
Si bien dicen que la información es poder, cuando no se utiliza estratégicamente puede convertirse en una debilidad organizacional. El avance de la tecnología ha democratizado el acceso a la información, así como a herramientas para gestionarla y analizarla; sin embargo, los líderes y sus equipos todavía encuentran desafíos para procesar grandes volúmenes de datos y actuar en consecuencia con ellos.
Andrés Felipe Torres, Sales Executive de InterSystems Latam, sostiene que “la sobrecarga de información (infoxicación) es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los líderes en los entornos organizacionales modernos”.
Precisamente, fue durante el boom del internet y la digitalización que se acuñó el término ‘infoxicación’ para referirse a la intoxicación por la abundante información disponible a un clic de distancia. Entonces, se volvió problemático comprender, analizar y filtrar cada dato producido, lo que terminó por dificultar la toma de decisiones. Hoy, esa sobrecarga de información se ha multiplicado, considerando el alcance masivo de las redes sociales y la aparición de tecnologías como la inteligencia artificial generativa.
“En algunos estudios que realizamos internamente en Oracle en el pasado reciente, encontramos que el 83 % afirmaba que el número de decisiones que tomaban diariamente se había multiplicado por diez en los últimos tres años. Por lo que no solo estaban decidiendo más, sino que lo hacían bajo la presión de una avalancha de datos que muchas veces no logran interpretar o conectar con su realidad empresarial”, describe Germán Borromei, gerente general de Oracle para Colombia y Ecuador.
A esta incapacidad para accionar una idea o estrategia, debido al bloqueo que genera el sobreprocesamiento de la información, se le conoce como parálisis de la data o parálisis por análisis.

Se describe como un estado de confusión, en el que los líderes se sienten abrumados con la cantidad de datos y se les dificulta generar patrones o conclusiones acorde al contexto de la organización. Esto sucede sobre todo en los altos niveles de la dirección, donde tienen que estar atentos a múltiples áreas y procesos simultáneos.
Paola Pulgarín, Senior Partner Page Executive, explica que “un líder sobrecargado de información tiene menos espacio mental para la reflexión, la generación de nuevas ideas y la exploración de enfoques innovadores. La necesidad de atender múltiples fuentes de información y la dificultad para priorizar tareas importantes conducen a la dispersión de la atención, la multitarea ineficiente y la disminución de la productividad general”.
En la práctica, la parálisis de la data afecta negativamente el desempeño de los equipos, específicamente en dos sentidos: el primero es que impacta en los niveles de confianza, porque no se termina de comprender el escenario de datos sobre el que se está trabajando y al tiempo se tiende hacia el micromanagement cuando se delegan tareas.
Lo segundo es un tema de productividad, se ralentizan los procesos, se crean ineficiencias operativas y hay desalineación en los objetivos del equipo .
“Cuando los datos provienen de sistemas y plataformas dispares, los líderes no tienen acceso a una visión holística y actualizada, lo que dificulta la toma de decisiones informadas”, apunta Torres de InterSystems.
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¿Cómo salir del bloqueo analítico?
Un ejercicio sencillo para romper con el bloqueo es pensar en un lienzo limpio, sin datos o información de ningún tipo, y bosquejar ese esqueleto que sostiene el plan o la estrategia que se está trabajando. De esta forma, se priorizan los elementos que son realmente importantes para la toma de decisiones.
Borromei, de Oracle, explica que se requiere un conjunto de habilidades técnicas y humanas, incluyendo nociones básicas de alfabetización digital y analítica, para ser más eficientes en la estructuración de los datos y en función de los objetivos del negocio.

Parte del error es creer que la tecnología o la data por sí solas son suficientes para modelar un plan o idea dentro del negocio. No obstante, una vez más se refuerza el mensaje de que se trata de un equilibrio entre las capacidades tecnológicas de las soluciones modernas con el pensamiento crítico de las personas, que por su naturaleza humana tienen mayor sensibilidad.
En contextos de infoxicación es cuando habilidades como la inteligencia emocional, la gestión del cambio y el pensamiento analítico demuestran ser esenciales para salir del estado de crisis y de inacción.
A modo de abecé, Pulgarín aconseja ir paso por paso sobre la toma de decisiones.
- Lo primero es identificar cuáles son las preguntas que se deben responder.
- Lo segundo, dividir la información disponible en conjuntos más pequeños para manipularla mejor.
- Lo tercero, construir un relato sobre los datos y conclusiones encontradas para verificar que sea una historia coherente.
- Finalmente definir metodologías para el análisis de datos, que permitan establecer hipótesis, ponerlas a prueba y ajustar si es necesario.
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Todo esto apalancado, como sugiere Torres de InterSystems, en una tecnología que permita reducir el estrés visual de los datos, como los Buses de Servicios Empresariales (ESB) para la integración de aplicaciones y sistemas o fuentes de información fragmentadas. Las describe como arquitecturas empresariales que facilitan la interoperabilidad, centralizan y estructuran la información. Esto sumado a herramientas de inteligencia empresarial y análisis predictivo.
“La clave está en transformar los datos en decisiones, lo que se logra con tecnología inteligente y procesos bien definidos”, afirman desde Oracle.
Juliana Sguerra, Managing Director and Partner de BCG, habla de un enfoque biónico, que consiste en la integración de la tecnología, la inteligencia artificial y los humanos.
“Hay organizaciones a las que les da miedo lanzar un ejercicio de IA generativa, porque todavía tiene alucinaciones y puede decir mentiras, pero si tienes a un humano cerca, lo que hace es ayudar al humano en la toma de decisiones y hace actividades de mayor valor con la contribución de la herramienta, a su vez que se mitigan los errores del sistema. Es bien potente”.
“En Oracle lo vemos constantemente: las organizaciones más exitosas no son las que más datos tienen, sino las que mejor saben usarlos”, concluye Borromei.