En un entorno de profunda desaceleración, el sector privado pide reglas de juego estables, más diálogo y concertación en las reformas estructurales que tramita el Congreso para crear un clima propicio para la inversión.

En la década de los 90, el entonces presidente de la ANDI, Fabio Echeverry Correa, popularizó la frase ‘el país va mal, pero la economía bien’. La pregunta que entonces se formuló el empresario paisa fue hasta cuándo esa dicotomía podría mantenerse, por razones que no son difíciles de adivinar. La confianza es un insumo fundamental para que el sector privado invierta y asuma riesgos, y los consumidores se endeuden y adquieran bienes como vehículos, electrodomésticos y viviendas. Sin ese círculo virtuoso, la economía se desacelera e incluso puede caer en una recesión.

Tres décadas después, la frase vuelve a cobrar vigencia. Aunque como lo ha dicho el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el rebote de la economía después de la recesión de 2020 se agotó y “hoy estamos viviendo una desaceleración”, las reformas que el gobierno tramita en el Congreso, la ausencia de reglas de juego claras en sectores clave -como el minero energético, el de infraestructura o la salud- e incluso de diálogo y concertación, como lo ha pedido el Consejo Nacional Gremial, le han introducido ruido a la economía y están afectando las expectativas del sector privado.

En respuesta a esta situación, el mensaje de Bonilla a los empresarios es que la economía se enfrió; el objetivo del Banco de la República ya es una realidad, como resultado del aumento en su tasa de intervención del 1,75% al 13,25%, que le han pegado al consumo y a la inversión. “Ahora el objetivo es recuperar la economía y el instrumento es la reducción de las tasas”.

“El gobierno tiene los proyectos y los ha sacado a adjudicación para que los privados los construyan, pero las tasas impiden el cierre financiero y lo mismo pasa con vivienda, el gobierno da los subsidios pero no construye vivienda”, dijo el funcionario al aludir a la contracción de -0,3% del PIB en el tercer trimestre del año.

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Pero no todos los analistas están de acuerdo. Andrés Langebaek, director de estudios económicos del Grupo Bolívar, dice que aunque ve un aterrizaje suave de la economía con un bajo crecimiento, éste será más prolongado de lo que prevén el gobierno y muchos analistas.

“Sin duda, estamos viendo un clima para la inversión que no es el mejor, tal como lo refleja la Encuesta de Opinión Empresarial de Fedesarrollo”, explica Langebaek, quien sostiene que la inversión no depende de la tasa de interés. “La inversión depende de lo que Keynes (el economista británico) llamó ‘espíritus animales’, es decir, de la percepción y la confianza que tienen los inversionistas”.

Langebaek, quien prevé un crecimiento de 1,1% este año y 1,3% en 2024, considera que después de cuatro años de incumplir su meta de inflación (que está en un rango del 2%-4%), el Banco de la República solo comenzará a reducir su tasa de intervención en marzo de 2024, con el fin de anclar las expectativas.

“Nosotros creemos que el Banco va a cumplir la meta de inflación de 2024, pero esto se va a dar a través de una política de tasa de interés que lamentablemente va a seguir teniendo un costo en términos de crecimiento”, agregó el economista, quien también anticipa volatilidad en la tasa de cambio. 

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“Cuando pierde el grado de inversión, un país está expuesto a más contingencias, a flujos que son más volátiles y la volatilidad de la tasa de cambio es más alta. Lo que hemos visto este año es la demostración de que no solo los factores económicos explican la tasa de cambio, sino también los políticos e institucionales”, señala el experto quien proyecta un dólar promedio por encima de $4.350 en 2024. 

Entre tanto, Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia, prevé una recuperación lenta y gradual con un crecimiento del 1,2% este año y de 1,5% en 2024 y tasas de inflación de 9,7% y 5,4%, respectivamente.

“Vamos a estar por debajo del potencial de la economía por bastante tiempo hasta 2026, aunque dicho potencial solo estará cerca del 3%, lo que nos indica que hay que ser radical en términos de inversión para que la recuperación sea más rápida y podamos aumentar el PIB per cápita”, dice Téllez.

A diferencia de Langebaek, la economista jefe del BBVA sí anticipa reducciones en la tasa de intervención del Emisor. En ese sentido, proyecta que dicha tasa se ubicará en 12,50 % en diciembre, 75 puntos básicos por debajo de su nivel actual, y seguirá reduciéndose gradualmente hasta 7,0 % en 2024.

“Las decisiones de la política monetaria estarán determinadas por el comportamiento de la inflación, las expectativas y el crecimiento económico, cuyos resultados darán el espacio para las rebajas, en presencia de unas tasas reales que será elevadas a finales de este año”, explicó.

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Ambiente desafiante 

Aunque la presidente de Corficolombiana dice que este será un buen año para la filial del Grupo Aval, sostiene que el país enfrenta retos económicos, financieros y una creciente inseguridad jurídica que ya está afectando la inversión privada y golpeará el crecimiento.

“Seguimos creyendo en Colombia, lo único que queremos son proyectos, pero si no hay proyectos en el país nos tocará buscar por fuera”, explica María Lorena Gutiérrez. “Seguimos en los sectores de infraestructura, gas, agro, turismo, financiero y también podemos explorar otros nuevos”, pero, según explica, “el gobierno está en el dilema entre la infraestructura ejecutada por el sector público y los privados”.

En una coyuntura en la que los proyectos 2G, 3G y 4G en marcha ya tienen una ejecución del 76% en capex (inversión), Gutiérrez explica que no hay nuevos proyectos estructurados que el sector privado pueda acometer, lo cual tendrá un impacto sobre el crecimiento.

“Este año vamos a ver una desaceleración del PIB de infraestructura de un 13% ó 14%. Eso tendrá un impacto y también significa menos inversión. El Invías, que es el que invierte en infraestructura pública, tiene la menor ejecución promedio de los últimos 18 años”, señala.

Por su parte, Juan Carlos Archila, presidente de América Móvil Colombia, sostiene que 2024 se presenta como un año en el que la desaceleración económica pareciera que se consolidará. “Esto, combinado con una inflación que no cede a los niveles necesarios, representará un ambiente desafiante para las empresas”. 

En la industria de telecomunicaciones, Archila anticipa que la competencia será aun más feroz, a raíz de los cambios de fondo que se están dando en el ambiente, en especial “por la esperada fusión, y que fue aprobada sin mayores requisitos para evitar afectaciones a la competencia por la Superintendencia de Industria y Comercio, del segundo y tercer operador”.

A pesar de ello, sostiene que 2024 será un año de mucha inversión, resultado de las enormes obligaciones de cobertura que está imponiendo el gobierno en la renovación de las licencias (más del 60% de las licencias de espectro se renuevan entre 2022 y 2024) y la subasta de espectro 5G de diciembre de este año. 

“Confiamos y estamos comprometidos con que estas inversiones llevarán Internet de banda ancha al 40% de los colombianos. Y continuaremos trabajando para aportar a cumplir la meta fijada por el gobierno en este cuatrienio de conectar al 85% del territorio”, subraya Archila aunque sostiene que para que esta visión se haga realidad el gobierno y el Ministerio TIC tienen que seguir trabajando en ofrecer mayor nivel de estabilidad jurídica y seguridad en los territorios.

Los retos del comercio exterior 

A pesar de la contracción del comercio exterior en lo corrido del año hasta agosto (-15,6% las exportaciones y -20,2% las importaciones), el presidente de Analdex, Javier Díaz, es optimista frente al 2024.

“Esperamos que la demanda internacional y los precios de algunos commodities puedan tener una recuperación, lo cual incrementaría nuestras exportaciones”, explica Díaz y agrega que mercados clave puedan dar a un mayor consumo a la canasta exportadora del país. 

En términos de zonas francas, el panorama se ve un poco más despejado luego de la no obligación de tener planes de internacionalización, para tener una tarifa de renta del 20%, agrega el directivo gremial. 

El presidente de Analdex dijo que uno de los temas más sensibles para 2024 es la ejecución de las políticas de Comercio Exterior y reindustrialización. En ambos frentes, el desafío es tomar acciones concretas para insertar el país en las cadenas globales de valor. 

“Paralelo a esto, el transporte y la logística son temas en los cuales debemos mejorar para ser más competitivos frente a la oferta de otros orígenes”, concluyó Díaz. 

Álvaro Rodríguez Ferrero, presidente de Ventura Group. Foto: Sony Pictures.

Sin embargo, Álvaro Rodríguez Ferrero, presidente de Ventura Group, el holding portuario de Buenaventura que también tiene unidades de negocio en minería y logística, dice que aunque el primer semestre de 2023 fue bastante bueno, en el último trimestre se empezó a sentir la desaceleración, la caída de las importaciones y la llegada de buques con menores volúmenes de carga. 

“No estoy hablando solo del carbón que es el producto de exportación que manejamos, sino de la importación de granos (maíz, trigo y soya) para el sector de alimentos, lo que refleja la caída del consumo”, explica y señala que el alto precio de algunas de esas materias primas está afectando la demanda de las empresas, cuya respuesta ha sido ajustar los inventarios.

Rodríguez señala que en materia logística también hay retos importantes por el bloqueo de vías y el alza en los precios de los combustibles. “Cuando hay mucha incertidumbre, la gente deja de invertir en logística y en infraestructura y, al final del día, eso encarece el costo de los productos y lo pagamos cada vez que nos sentamos a desayunar”.

En cuanto al 2024, el presidente de Ventura Group dice que el panorama es incierto a tal punto que el crecimiento puede ser inferior al de 2023. “La incertidumbre tal vez es la peor noticia de todas, porque no deja tomar decisiones y en el sector minero he sentido mucho temor. Se habla de una Agencia Nacional Minera que administraría la explotación de minerales y la gente está preocupada, hay muchas inversiones paradas”.

Ricardo Blanco, CEO del Grupo Coquecol.

Ricardo Blanco, CEO Grupo Coquecol, que procesa y exporta carbón y coque metalúrgico, dos insumos que requieren las grande siderúrgicas del mundo para producir acero, señala que aunque este año los resultados no han sido los mejores vienen desarrollando proyectos para ser más eficientes y avanzar en sostenibilidad.

“La demanda mundial y los precios han mejorado, pero hay que ser conscientes de la situación local también, la capacidad de producción y de que no vayan a surgir nuevas limitaciones, lo cual nos ha llevado a restringir nuestras operaciones”, dice el CEO de este Grupo que tiene operaciones en Cundinamarca, Boyacá y Norte de Santander.

De cara al 2024, esta filial del Grupo Trinity (que también controla Acerías Paz del Río) está trabajando en la reconversión industrial, la reducción de emisiones y en la generación de energía para el consumo interno y de las comunidades con las cuales se relaciona.

Retos y oportunidades

Rafael Aparicio, Acciones & Valores

Rafael Aparicio, gerente de Acciones & Valores, ve un panorama retador en el primer semestre del próximo año teniendo en cuenta que las tasas de interés permanecerán altas y la confianza de consumidores, industriales y comerciantes disminuida.

“Si bien la inflación podrá disminuir de los niveles actuales, la incertidumbre sobre el impacto de El Niño, los efectos del aumento del salario mínimo y de los primeros incrementos del diésel en la canasta familiar hace dudar que el Emisor sea muy proactivo en reducir las tasas de interés”, explica el directivo y agrega que parte de la incertidumbre podría despejarse en el segundo semestre cuando hayan sido tramitadas las reformas estructurales en el Congreso. 

“El contexto global seguirá siendo determinante del curso de la economía sin ser muy optimistas al reconocer el panorama de bajos crecimientos en el mediano plazo diagnosticado por los organismos multilaterales”, agrega Aparicio si bien advierte que el mayor gasto del gobierno podría darle aire a la economía.

Juan Carlos Realphe, presidente de Zurich aseguradora
Juan Carlos Realphe, presidente de Zurich.

Juan Carlos Realphe, CEO de Zurich, es más optimista y dice que el sector de seguros suele crecer más que el PIB entre dos y tres veces, a lo cual se suma el rol de estas compañías que entregan productos que protegen al consumidor, las empresas y al propio sector público. 

“Estamos comprometidos con la posibilidad de construir resiliencia, protección y eso nunca se va a acabar bajo ninguna circunstancia”, dice Realphe y agrega que otro desafío que efrenta el sector son los riesgos emergentes, como los cibercrímenes. “Parte de nuestra tarea es desarrollar productos para este tipo de riesgos. Allí tenemos que estar, seguir presentes y seguir ofreciendo protección”. 

En la misma línea, Eduardo Garduño, presidente de reaseguros para la región Andina de Swiss Re, afirma que aunque el negocio ha enfrentado desafíos por el aumento de la inflación y la subida de las tasas de interés, las aguas comienzan a estar más tranquilas.

“Termina un año mejor de lo esperado, con un crecimiento importante en el sector en el país, en parte por la mayor inflación. En reaseguros, la actividad también tuvo retos a nivel global porque las ganancias de los últimos años no alcanzaron los retornos suficientes y esto implicó una caída en la oferta y aumento en los precios”, agrega.

De cara al 2024, Garduño y el sector ven con mejores ojos el desempeño económico de América Latina, con más estabilidad política, menores tasas de interés y un mayor crecimiento. 

“Desde ese ángulo, somos más optimistas aunque sigue habiendo los efectos de inflación, tasas de interés y esto va a tener repercusión los costos de los seguros a pesar de que la industria ha sido resiliente, salió de la pandemia y mantiene las coberturas, lo cual nos deja ver un 2024 estable”, señaló.

Optimismo frente al futuro

Alejandro Ortega, gerente de Kellanova Pacífico

Alejandro Ortega, gerente general de Kellanova Pacífico (antes Kellog), dice que a pesar del entorno retador en 2024 continuarán trabajando en alianzas estratégicas de valor, que le han permitido a la compañía lanzar nuevos productos como cereales con sabor a Chocoramo y malteada de fresa.

“Somos conscientes de la coyuntura a nivel económico y social, pero también tenemos una mirada optimista de cara al futuro”, explica el lider de la compañía que en la región produce cereales y tiene como prioridad para 2024 los temas de sostenibilidad e innovación en el portafolio de productos y procesos.

“En la planta de Bogotá hemos disminuido un 22% la generación de residuos orgánicos frente al 2015 y, al mismo tiempo, hemos reducido en un 26% el desperdicio de alimentos en la planta desde 2016”, señaló Ortega.

Juan Fernando Stozitzky, CFO de Movich Hotels, explica que este año se presentaron tres afectaciones en el sector turístico, sobre todo el hotelero: inflación, la reforma tributaria del año pasado que instaló el IVA del 19% y otros puntos de la misma que afectaron la capacidad de pago de la clase media y alta.

“Esta afectación ha sido muy fuerte en el segundo semestre del año y creemos que va a seguir impactando en 2024 y no habrá un crecimiento muy significativo en el próximo año frente a las cifras de éste”, dijo Stozitzky, y agregó que desde la óptica de las empresas “ya dependerá de cada una de las compañías como se adaptan a la situación que se va a presentar para generar participación de mercado”.

Finalmente, a pesar del panorama retador y de la contracción en la venta de motocicletas, Mauricio Salazar, Manager de Royal Enfield para Latinoamérica, señala que desde que comenzaron a operar en el país hace más de una década “siempre hemos tenido claro que nuestro proyecto es a largo plazo”, Por ello, a pesar de los altibajos en el mercado, es optimista frente a los planes de crecimiento de la marca en los próximos años.