Los planes de Addi con los US$86 millones frescos que acaba de recibir

A finales de 2021, Addi, la plataforma colombiana que usa el modelo ‘compra ahora, paga después’ para financiar a sus clientes a través de su botón de pago en comercios, tenía 550 personas y llegaba a 500.000 clientes. Ahora, la compañía tiene un equipo de 380 personas y dice estar llegando 2.2 millones de clientes.

El Cost-to-Serve, una métrica que se usa para medir la suma de todos los costos necesarios para ofrecer un producto a un cliente (dividiendo el número de gastos operacionales entre el número de clientes activos), pasó de US$2 a por debajo de los US$0,5. Como referencia, Nubank, que es la fintech más exitosa de Latinoamérica, mantuvo en promedio en 2023 esa métrica en US$0,9 y es elogiada por mantenerla por debajo de un dólar.

“Ha habido un proceso de eficiencia”, dice con tranquilidad el CEO de Addi, Santiago Suárez, que cofundó la compañía en 2018 junto a Élmer Ortega y Daniel Vallejo.

A cinco años de haber lanzado su producto al mercado, salen a relucir momentos duros que los han hecho cambiar de estrategia. Durante la pandemia llegaron a perder el 99% de sus ingresos, con varias olas de despidos y hace algunos meses decidieron salir de Brasil, que en algún momento llegó a ser el foco estratégico de la compañía.

“Cambia la cultura de la empresa”, cuenta Suárez. “Aquí todas las decisiones que tomamos, ya las tomamos viendo cuál es el retorno. Así, vamos a llegar a punto de equilibrio antes de que se acabe el año”.

Con este giro, Addi acaba de recibir US$86 millones, de los cuales US$36 millones son capital de riesgo en una nueva ronda de inversión liderada por GIC Private, que gestiona reservas de divisas de Singapur, con la participación de firmas como Andressen Horowitz y Union Square Ventures y US$50 millones en deuda de Goldman Sachs.

“Esto representa para nosotros un gran voto de confianza, si se tiene en cuenta el momento difícil que afronta el sector de las fintech”, comenta Suárez, consciente de que entre sus rondas de inversión anteriores y ahora, las reglas para acceder a capital han cambiado, tanto que en 2023 las inversiones en startups en Colombia cayeron en un 63% frente a 2022. “En los siguientes tres años nuestro foco es Colombia. Nuestra idea es ser una gran institución financiera en el mercado colombiano. Si retomamos internacionalización, sería con una apuesta de ser profundos en pocos países”.

En su aplicación móvil, Addi está incursionando en una nueva vertical de negocio, un marketplace que permite hacer compras directamente en la aplicación, compitiendo con plataformas como Mercado Libre, Linio y Rappi.

“Hoy hay más de 1.500 comercios en la aplicación”, apunta Suárez. “Salimos con 50 aliados y más de 5.000 skus (productos disponibles). Todo integrado en un mismo de ecosistema”.

También tienen una red de referidos, con comercios que montan sus catálogos dentro de la aplicación.

A los usuarios, dan recomendaciones personalizadas, usando el modelo de inteligencia artificial generativa de OpenAI.

La compañía dice haber desembolsado $1.6 billones (en pesos colombianos) a comercios para financiar las compras de sus clientes.

En Colombia, otras empresas como LuegoPago y bancos tradicionales como Bancolombia y Banco de Bogotá, han lanzado productos con el concepto de ‘compra ahora, paga después’ -con desembolsos instantáneos a los comercios que pueden ser pagados a cuotas por los clientes. Con el ecosistema que está construyendo, Addi se siente diferente a las alternativas que existen en el mercado.

“Llevamos haciendo esto un buen rato”, concreta Suárez. “Nuestro modelo de crédito y originación es diferencial. Nuestra cartera vencida hoy en día es menos de la mitad del sector bancario. El ecosistema que hemos venido construyendo de pagar a cuotas y al instante, con compras en la app, apalancadas en inteligencia artificial que te ayudan a encontrar tu siguiente artículo, son cosas que no estamos viendo en el mercado”.

Siga las historias de emprendedores en nuestra sección especializada