Aunque el Ministerio de Hacienda dijo que Colombia continúa el proceso de ajuste de sus finanzas públicas, analistas advierten que la decisión del FMI es una alerta para que el Gobierno adopte medidas.

El Fondo Monterio Internacional, FMI, anunció este fin de semana la suspensión del acceso de Colombia a la Línea de Crédito Flexible de US$ 8.100 millones que aprobó el 26 de abril del año pasado por un período de dos años, con una revisión intermedia para evaluar la permanencia del país en la LCF.

Julie Kozack, Directora de Comunicaciones del FMI, dijo que a partir de ayer sábado 25 de abril la permanencia de Colombia en la Línea de Crédito Flexible (LCF) del FMI está sujeta a la finalización de la consulta del Artículo IV y a una posterior revisión inmediata, lo que podría ocurrir a mediados de junio.

Colombia tenía acceso a la LCF desde hace 16 años cuando fue aprobada por primera vez.

El pasado 18 de abril, el personal técnico del FMI que realizó visitas a Bogotá a mediados de febrero y principios de abril advirtió en un reporte que los déficits fiscales y la deuda pública de Colombia han subido más de lo esperado.

“El déficit fiscal global del gobierno central se incrementó hasta el 6,7% del PIB en 2024 desde el 4,2% del PIB de 2023, lo que lo sitúa 1,1 puntos porcentuales del PIB por encima de la meta de déficit fijada por las autoridades en el marco fiscal de mediano plazo”, recordó la misión que advirtió que el aumento del déficit es un reflejo de unos ingresos tributarios menores de lo previsto y de un gasto primario por encima del objetivo, a pesar de los ajustes del gasto realizados a finales de 2024.

Luis Fernado Mejía, director de Fedesarrollo, explicó que la decisión del organismo refleja la gravedad de la situación fiscal: un déficit del 6,8% del PIB en 2024 —el tercero más alto en 120 años—, un incumplimiento de la regla fiscal el año pasado y una meta de déficit para 2025 sin credibilidad ante los mercados.

“La línea de crédito flexible es un instrumento de prevención y manejo de crisis que históricamente se ha otorgado a países con un manejo macroeconómico sólido, como Chile, Colombia, México y Perú”, explicó Mejía. “Es una especie de crédito preaprobado que puede usarse en momentos de choques externos (como en 2020)”. 

Según Mejía, esta decisión del FMI es una nueva alerta para el Gobierno. Ratifica la necesidad urgente de recortar el presupuesto de este año en un total de $40 billones para evitar un nuevo incumplimiento de la regla fiscal y retomar la senda de reducción del déficit y la deuda pública.

Mauricio Cárdenas, ex ministro de Hacienda, atribuyó la decisión a la falta de un plan fiscal y unas cifras creíbles. “El Gobierno ha venido gastando y gastando sin tener ninguna preocupación por la situación en materia de déficit fiscal y el FMI le está diciendo que eso no es posible, es un error y la peor señal para los mercados financieros”, explicó.

Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que es una muy mala noticia la decisión del FMI de suspender el crédito contingente para Colombia.

“En lugar de atacar a sus funcionarios deberíamos entender las razones por las cuales toma esa decisión y buscar implementar los correctivos para nuestra macroeconomía y las finanzas públicas. Las responsabilidades de un gobierno son inmensas y no pueden ser evadidas con juegos de palabras atrevidos que solo nos ponen en situación más vulnerables”.

Esta misma semana, el organismo multilateral revisó a la baja su proyección crecimiento para Colombia de 3% a 2,4%, en un entorno en el que las tensiones comerciales mundiales podrían afectar las perspectivas económicas del país por la caída del precio de las materias primas y la volatilidad financiera de los mercados.

La reacción del Ministerio de Hacienda

Luego del anunció del FMI, el Ministerio de Hacienda emitió un comunicado en el que señala que continúan analizando la situación fiscal y destacó que el personal técnico del FMI que realizó visitas a Bogotá a mediados de febrero y principios de abril resaltó que Colombia continúa su proceso de ajuste tras la pandemia.

“Por un lado, la actividad económica se ha venido recuperando satisfactoriamente con una aceleración del crecimiento alcanzando 2.6% en 2025. El uso del esquema de inflación objetivo con flexibilidad cambiaria ha sido pieza fundamental en el ajuste ordenado de la economía, facilitando la convergencia de la inflación hacia su meta del 3”, señaló la cartera liderada por Germán Ávila Plazas.

“El gobierno avanza en la implementación de medidas económicas que tengan en cuenta la evolución de las condiciones económicas tanto domésticas como externas, así como el cumplimiento de las metas incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo”, señala y agrega que “estas incluyen políticas de gestión del recaudo, gasto y de la deuda pública para asegurar el cumplimiento de la meta de déficit fiscal de 5.1% del 2025”, agrega el comunicado.

Recuerda que, como resultado de esta estrategia, este mes el país logró concretar la mayor transacción de financiamiento en su historia por 3.800 millones de dólares, reflejando “la confianza de los mercados en la gestión económica”.

Sin embargo, varios analistas calificaron la emisión como de “muy cara” y atribuyeron dicha situación al actual perfil crediticio del país al que el mercado le está exigiendo tasas más caras ante la delicada situación fiscal que atraviesa. 

Los papeles fueron emitidos a tasas de 7,5% (2030) y 8,75% (2035), equivalentes a 350 y 440 puntos básicos por encima de los títulos del Tesoro de Estados Unidos, respectivamente.

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