Ya son tres las calificadoras de riesgo, Moody’s, S&P y ahora Fitch, que tienen al país con perspectiva negativa, lo que significa que ven altas probabilidades de riesgos de impago en sus obligaciones.

Aunque el ministro de Hacienda, Diego Guevara, ‘celebró’ la decisión de Fitch Ratings de confirmar la calificación de Colombia en BB+, el anuncio simultáneo de una rebaja de la perspectiva crediticia vino acompañada de un mensaje preocupante: la deuda del Gobierno Nacional pasaría de 58% a 62% del PIB entre 2024 y 2026, lo que se agravaría por el peso de reformas como la pensional o la de salud.

Con ese panorama, Fitch, que en junio de 2021 le quitó el grado de inversión al país, destacó que la persistencia de déficits fiscales altos, que erosionen la relación de deuda sobre PIB, acarrearía una baja en la calificación de Colombia a BB, lo que equivale a un alto riesgo de impago y la encarecería. 

Este anuncio de Fitch llegó apenas un mes después de un pronunciamiento similar de S&P Global Ratings que, aunque sorpresivamente ratificó la calificación del país en BB+ con perspectiva negativa, señaló que si el Gobierno no logra reducir su déficit fiscal, a tal punto que la deuda pública neta no supere el 60% del PIB, la calificación de Colombia pasaría a BB en los siguientes 12 meses. 

Según un informe de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá IE, ahora las tres grandes calificadoras de riesgo, Moody’s, S&P y Fitch tienen al país con perspectiva negativa, dejando claro la alta probabilidad de una baja en la calificación a BB.

De hecho, en su comunicado de ayer, Fitch reveló que el cambio en la perspectiva a negativa obedeció no solo al deterioro fiscal de 2024, sino también a la incertidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas ante la poca claridad sobre medidas para hacer frente a la situación.

Así, según Investigaciones Económicas, el debate pasa del cumplimiento o no de la Regla Fiscal, que por Ley el Gobierno cumplió pese a que el CARF no dio visto bueno, al de la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Según Fitch, no se ven señales favorables dado un presupuesto poco flexible y unos ingresos tributarios que mejorarán, pero no como lo espera el Gobierno.

Colombia está calificada sin grado de inversión por S&P (BB+ perspectiva negativa) y Fitch (BB+ perspectiva negativa), mientras que Moody’s mantiene la calificación de grado de inversión del país en Baa2 (perspectiva negativa).

Para Carolina Monzón, Gerente de Investigaciones Económicas de Itaú Colombia, dado que el ruido fiscal seguirá siendo elevado, los riesgos para las calificaciones se inclinan hacia una rebaja. 

“Nuestra previsión de déficit fiscal nominal para este año es del 6,5% del PIB (6,2% estimado por Fitch; 5,1% estimado por el Gobierno)”.

Por su parte, Wilson Tovar, gerente de Investigaciones Económicas de Acciones & Valores, calificó el anuncio de Fitch como preocupante.

“Aunque parte de esta noticia de alguna manera ha sido incorporada a los precios de los activos (aunque esperábamos que esta noticia se diera en mayo) y que no ve un incremento en el dólar muy por encima de los $50, es grave si el gobierno mantiene la terquedad en mantener el gasto”, explica Tovar. 

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